El Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza ha finalizado los trabajos de consolidación y recuperación de la antigua Harinera del Ebro de Casetas. En la edificación, sita en la calle del Moncayo de dicho barrio rural zaragozano, se han invertido más de 300.000 euros para evitar la degradación de la fachada, cubierta y patio interior del inmueble catalogado como de Interés Arquitectónico grado A y, en concreto, de una bodega de 1913.
En su fachada principal, orientada a la calle del Moncayo, se ha efectuado una limpieza integral y reparación de los revestimientos, con el picado de jaharrados, el armado de revocos, los enfoscados, maestreados y fratasados, en una superficie de 965,64 metros cuadrados.
Además, se han reparado los elementos decorativos de 820,40 metros cuadrados de la fachada y se han pintado sus 1216,76 metros cuadrados. Toda esta actuación se ha completado con los trabajos de reparación, pintado y barnizado de elementos de carpintería de madera, la reparación de los pluviales, la consolidación del muro lateral de cerramiento y la creación de 75 trampantojos en los huecos de ventanas y puertas.
También se ha trabajado en la cubierta y en el interior del inmueble, con la limpieza y desescombro de las canales introducidas en el faldón, que estaban totalmente colapsadas, y el repaso de los ríos de la cubierta para desvío y evacuación de agua. Para ello, se ha reparado una zona de la cubierta con teja plana, ya que había goteras en el interior, y se ha tapado el hueco de la antigua claraboya mediante una chapa.
Por último, se ha actuado en el patio del solar, en una zona de 1.629 metros cuadrados, con el saneamiento del hueco de una zona hundida y la cimentación y construcción de una cubierta de protección e instalación de una escalera temporal que da acceso al sótano a través de un hueco en el techo abovedado.
Todas estas actuaciones se emprendieron tras una visita del Servicio de Inspección Urbanística del Ayuntamiento, cuyos «informes municipales ponían de relieve el mal y peligroso estado de la bodega del inmueble que se catalogó en el año 2018».
En concreto, la bodega de 1913 se encontraba parcialmente hundida, por lo que se ha tenido que consolidar y reforzar la estructura. Del mismo modo, se detallaba el estado de desprendimiento de la fachada y la cubierta del edificio, por lo que «decidió actuar para consolidar la estructura y evitar la degradación de un edificio catalogado que, además es un símbolo para los vecinos del barrio rural», ha expuesto el consejero municipal de Urbanismo y Equipamientos, Víctor Serrano.
Fondos europeos
El Ayuntamiento continúa a la espera de la resolución de la petición de ayudas europeas para el impulso y recuperación de este espacio. El proyecto presentado por Urbanismo busca la reactivación del entorno y del tejido sociocultural del barrio.
La rehabilitación de este edificio industrial en desuso pretende «llenar de vida y de actividades un entorno que había sido abandonado a su suerte desde el cierre de la producción harinera en 2006», y para ello se ha propuesto «la recuperación del edificio actual así como la construcción de otros tres inmuebles auxiliares y un cuarto que sirva de conexión y galería».
El proyecto, que en su conjunto supondría una inversión económica superior a los cinco millones de euros, aspira a poder alcanzar subvenciones europeas dentro de las líneas de subvención del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos de entidades locales (PIREP).
«Se trata de poner en servicio y llenar de vida este inmueble abandonado durante muchos años y aprovechar su potencial como centro de desarrollo urbano y vecinal», ha explicado Víctor Serrano, quien ha incidido en la necesidad de «dar solución a las demandas vecinales del barrio rural más poblado de Zaragoza, que llevan décadas sin ser atendidas».
«Es un barrio --ha descrito-- muy activo en ámbito social, cultural y vecinal, con una población joven que demanda más servicios y ayuda en la conciliación familiar, pero además con una gran respuesta e interés en los campos de la innovación y las enseñanzas musicales. Por ello queremos que la Harinera de Casetas aúne el respeto a las raíces y la tradición agroalimentaria e industrial, con la visión de futuro en un espacio repleto de oportunidades».
El proyecto se desarrollaría en dos fases: la rehabilitación del núcleo principal y la construcción de los edificios de nueva planta. El Plan Director, que estará abierto a la participación ciudadana, se basa en las propuestas de los vecinos y propone un espacio dinámico y transparente que permita visibilizar la actividad que genera, promoviendo la convivencia intergeneracional y fomentando su uso especialmente por niños y jóvenes.
La propuesta programática responde al estudio de las necesidades desarrollado en conjunto con los vecinos, los servicios de Juventud del Ayuntamiento y varias asociaciones del barrio, como la Asociación de Músicos de Casetas y la Asociación Métete en Harina, principales interesados en la reconversión del espacio.
Cuatro edificaciones
El proyecto consta, en concreto, de cuatro edificaciones exentas e independientes, con un programa específico para cada una de ellas, que se articulan e interconectan a través de un quinto elemento o pieza de distribución desde el que se accede a cada una de ellas así como a la plaza exterior.
Por un lado, en la edificación existente, la denominada Edificio Harinera, se proyecta una sala polivalente en el segundo piso, la biblioteca en el primero, y un Museo de la Memoria Industrial en la planta calle con su sala de exposiciones.
Por otro lado, en cuanto a las nuevas edificaciones, estarán la Casa de la Música, con salas de grabación y espacios de ensayo que se distribuyen en la planta calle y en la primera, así como un auditorio aprovechando el techo abovedado del sótano. También figura la Casa de la Juventud, con espacios para iniciativas ciudadanas y actividades juveniles, co-working, aula de cocina y salones multimedia.
Además se plantea crear un Centro de Innovación Multimedia con espacio de formación y convivencia entorno a los videojuegos (e-sports), con fomento, asesoramiento y promoción para las iniciativas digitales, salas de grabación, y un espacio de iniciativas ciudadanas concebido como un gran salón multifuncional.
Otro espacio seria la Casa de la Infancia, con dos plantas, donde se establecerán el Centro Municipal de Tiempo libre y la ludoteca; y el elemento de conexión o galería, que se plantea como una galería multifuncional, un nexo de unión entre los otro cuatro edificios --Harinera, Música, Juventud e Infancia-- donde estarán los servicios y áreas comunes, las zonas de paso y tránsito, y que además ejerce como colector de energía solar que la distribuye en invierno y la disipa en verano, mejorando la eficiencia energética.