Todos los grupos municipales con representación en el Ayuntamiento de Barcelona ya tienen definidos a sus candidatos para las elecciones de mayo a la alcaldía de la capital catalana, que actualmente lidera la alcaldesa, Ada Colau, y ante las cuales ya han iniciado la precampaña.
La primera edil y líder de BComú buscará revalidar su cargo y optar a un tercer mandato tras dos legislaturas al frente del consistorio para «consolidar su proyecto de transformación», con una candidatura que concretará a finales de marzo y de la que ya ha fijado los 20 primeros nombres.
Colau se medirá con el que hasta este enero ha sido su socio en el Gobierno municipal y líder del PSC en el Ayuntamiento, Jaume Collboni, que dejó su acta de concejal para centrarse en formar una «candidatura sólida, ilusionante, sería y de mayorías» con la que pueda abrir una nueva etapa en Barcelona.
Uno de los primeros candidatos en postularse fue el líder del grupo municipal de ERC, Ernest Maragall, que obtuvo el 90% de los apoyos de la militancia en las primarias en mayo, y repetirá como candidato para revalidar la victoria que obtuvo en 2019, cuando empató a 10 concejales con los comuns pero ganó en votos.
Tras la renuncia de Elsa Artadi, la incógnita en Junts se mantuvo durante meses hasta que el exalcalde Xavier Trias (CiU) decidió en diciembre ser de nuevo candidato para volver a la alcaldía, que no renovó en 2015 frente a Colau, a quien ahora sitúa como alternativa.
Cs, pp, valents, cup y vox
Para Cs, el escenario preelectoral ha estado marcado por la crisis en el grupo municipal, que surgió a raíz de la dimisión de la exalcaldable Luz Guilarte y que dejó a la formación sin candidato hasta la celebración de las primarias, que este jueves han dado como ganadora a la diputada en el Parlament Anna Grau.
En el PP, la incógnita de quien sería el candidato tras la renuncia del todavía líder del grupo municipal, Josep Bou, también se alargó durante meses hasta que se postuló el expresidente del PP catalán Daniel Sirera, que opta a volver a ser concejal en el Ayuntamiento (lo fue entre 1996 y 1999).
Valents ha mantenido a la presidenta de la formación, Eva Parera, como candidata, mientras que la CUP buscará volver a tener representación en el Ayuntamiento con Basha Changue al frente, y Vox intentará entrar en el consistorio barcelonés por primera vez con el candidato Gonzalo de Oro-Pulido.
Pronósticos electorales
Hasta que no llegue el 28 de mayo, las encuestas electorales han empezado a pronosticar los resultados de los comicios, que sitúan a Colau, Collboni, Maragall y Trias como los principales aspirantes con posibilidades de alzarse con la vara de alcalde.
La última encuesta publicada por 'El Periódico' da una victoria a Trias, que conseguiría 11 concejales; en segunda posición se encontraría Collboni, con 10 concejales, seguido de Colau, con nueve, y de Maragall, con ocho.
Sin embargo, el sondeo publicado por el diario 'Ara' da como ganador a Collboni con nueve concejales, mientras que Colau, Maragall y Trias empatarían a ocho; y según la encuesta publicada por 'La Vanguardia', Trias sería el ganador con 12 concejales, y PSC y BComú empatarían a 10 ediles.
Los pactos tras las elecciones
Ante un escenario sin previsiones de mayorías absolutas, las intenciones de pactos postelectorales centran las estrategias de los candidatos, especialmente de los principales aspirantes: desde que se postuló como alcaldable, Trias mantiene que respaldará la lista más votada «siempre y cuando» no sea la de Colau.
Maragall se ha mostrado «en condiciones» de pactar con BComú, con Junts y con el PSC; no ha concretado si priorizaría un pacto de izquierdas o uno independentista y, de partida, se postula como la opción para detener, en sus términos, un péndulo entre Trias y Colau.
A su turno, las formaciones que en 2019 que pactaron gobernar Barcelona --acuerdo que facilitó Manuel Valls (BCN pel Canvi)-- no explicitan por ahora sus preferencias: Collboni ha optado hasta el momento por reivindicar la «capacidad de pactos amplia» del PSC.
Y, por su parte, Colau ha emplazado a quien fue su primer teniente de alcalde a aclarar si abre o no la puerta a la «sociovergencia», mientras que ella se ha erigido como garantía de un liderazgo progresista, después de que tanto Collboni como Maragall no descarten apoyar un Gobierno municipal liderado por Trias.