El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha asegurado que no hay «veto» a la peatonalización del tramo de la Gran Vía desde Plaza Circular hasta Alameda Urquijo, pero sí «dudas» sobre el proyecto, por lo que ha pedido «trabajarlo más» para tomar decisiones con «un mayor conocimiento y causa, en mi caso».
En declaraciones a los medios, Aburto ha advertido, en referencia sobre las informaciones conocidas este miércoles que cuestionan este proyecto, que no ha sido el quien ha hecho público lo que entiende que «debe ser un trabajo interno, manera en la que llevamos prácticamente ya ocho años trabajando».
Tras considerar que es «una polémica artificial», ha apuntado que «hay un proyecto encima de la mesa, como tantas veces, con la implicación de concejales diferentes, y no hay ningún veto». «Quien me conoce, sabe que mi forma de trabajar es precisamente la contraria a los vetos, que mi forma de trabajar es trabajar en equipo, con las diferentes áreas de manera trasversal», ha remarcado.
Lo que ocurre, ha explicado, es que le surgen «algunas dudas» en relación al proyecto que actualmente hay encima de la mesa, «como con otros que tengo encima de la mesa y que lo que pido es trabajarlos más».
Aburto ha explicado que recibió recientemente el informe y, según ha asegurado, «lo que me llega, tardo más o tardo menos, pero me lo leo y lo subrayo en colores». Y con este informe, ha dicho, «ha hecho exactamente lo mismo y me surgen algunas dudas».
En ese sentido, cree «importante profundizar en algunos puntos del informe» porque, además, ha subrayado, «algunas de las situaciones desde que se hizo ese informe han cambiado y es bueno, en estos temas que afectan a la ciudad, tener los datos necesarios para la toma de decisiones».
«Se trata de eso, no se trata de nada más», ha asegurado, para reconocer que le sorprende tener que estar «dando estas explicaciones» sobre «un tema tan de trabajo interno». Aburto ha insistido en que, «de lo que se trata es de que se trabaje con el sector más afectado, como puede ser el del comercio, y que se trabaje con las áreas de Desarrollo Económico, de Seguridad o de Obras Públicas y Proyectos Estratégicos, y que todos, conjuntamente, vayamos diciendo cual es el mejor proyecto».
Juan Mari Aburto ha precisado que el proyecto actual es «diferente» al que se presentó con más de 700.000 euros de presupuesto en el año 2021 y, tras asegurar que no quiere «generar más polémica», ha insistido en que lo que hay que hacer es «trabajarlo» porque el nuevo proyecto «genera algunas dudas».
Dudas
El alcalde ha explicado que tiene una duda respecto al cruce que está entre las calles Ripa, Ibáñez de Bilbao y la bajada por el puente del Ayuntamiento, ya que, en este momento, «ahí se puede hacer un giro a la izquierda en la Plaza Venezuela y girar hacia Ibáñez de Bilbao, pero, a la vez, ahora se puede hacer otro giro». «Antes en la calle Ripa podías cruzar la calle e ir al otro lado del puente, ahora se puede girar también a la izquierda y es necesario saber eso qué afecciones tiene», ha precisado.
También ha planteado la necesidad de profundizar en las afecciones que tenga la intersección de la calle Mazarredo con la Gran Vía y «en algunos puntos más». Por ello, ha reiterado que «hay que tomar las decisiones en su momento, con los datos adecuados para que las decisiones se tomen con un mayor conocimiento y causa, en mi caso».
Aburto ha señalado que el proyecto anterior «ganaba mucho espacio para los peatones, como lo hemos hecho en Iparragirre o lo estamos haciendo en María Díaz de Haro o en Rodríguez Arias» y las afecciones al tráfico «no son las mismas» porque en el proyecto inicial «estaba planteado un cambio de dirección en la calle Canciller Ayala».
Tras precisar que como alcalde no ha anunciado el proyecto «en ningún caso», Aburto ha señalado que el proyecto de peatonalizar la Gran Vía en el tramo de Plaza Circular a Alameda Urquijo está en el
Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), pero, según ha subrayado, se habla de «transformación de la Gran Vía». «Me temo que lo que se plantea en el proyecto actual no se puede considerar una transformación y, en todo caso, el PMUS va hasta el 2030 y también está prevista la transformación de la Plaza Moyua», ha remarcado, para afirmar que «seguramente se hará una transformación en Moyua antes de 2030».
En el PMUS, ha destacado el alcalde, «hay 51 medidas que se van desarrollando, aplicando e implementando y hay que verlo con absoluta normalidad». En esa línea, ha llamado a ver «cuáles son las afecciones» de la peatonalización de Gran Vía y «analizarlo con tranquilidad, sosiego y sin prisas» y ha asegurado que «para nada» cree que el área de Movilidad «haya hecho mal su trabajo» y que «no es momento de estar buscando polémicas artificiales».
Según ha asegurado, hay «un cordial trabajo entre todas las áreas» porque se ha empeñado en sus ocho años como alcalde en que haya un trabajo «cada vez más transversal». «Quizá en este ayuntamiento no era una forma habitual de trabajo, pero es una forma que cada vez tiene que ser más importante, que las áreas trabajen conjuntamente, porque lo de un área puede afectar a otra», ha defendido, para afirmar, en referencia al Gobierno de PNV y PSE, que son «un único equipo de gobierno y eso debe estar por encima de todo».
Por último, el alcalde ha asegurado que van a seguir trabajando por un Bilbao «más amable, más accesible y más para los peatones» y ha destacado que, en ese sentido, hay «múltiples ejemplos y no debe haber ninguna duda sobre ese aspecto».