Maite Pagazaurtundua, hermana de Joxeba Pagaza y eurodiputada de Ciudadanos, ha denunciado que «la industria del terror» de ETA se ha reconvertido en «una industria de blanqueamiento» y ha considerado que el posterrorismo «debería obligarnos a encarar las grandes cuestiones de las responsabilidades políticas, no sólo judiciales, sobre la producción industrial de terrorismo». Además, ha alertado de que si en el mismo «se acepta el marco general que se debe combatir, se termina atrapado en él».
Pagazaurtundua ha realizado estas afirmaciones en el acto cívico que la familia de Joxeba Pagazaurtundua ha realizado este domingo en Andoain para recordar al que fuera jefe de la Policía Local de este municipio guipuzcoano, en el 20 aniversario de su asesinato a manos de ETA.
Al término del homenaje, han hecho entrega a Florencio Domínguez, director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, del 'Buzón de Joxeba', instalado en el lugar para recoger denuncias ciudadanas sobre violencia terrorista, que pasará a formar parte del Memorial. Además, han anunciado que, posiblemente, este será el último año que se lleve a cabo este acto cívico.
En el acto cívico, llevado a cabo junto a la escultura de Agustín Ibarrola en homenaje a las víctimas del terrorismo, han estado presentes, además de la propia Maite Pagazaurtundua, la viuda de Joxeba, Estíbaliz Garmendia, la alcaldesa de Andoain, Maider Laínez, o el filósofo Fernando Savater, y la portavoz de la asociación Ego Non Natalia Merino, entre otros.
En su discurso, Maite Pagazaurtundua ha recordado que su hermano «se encaró ante ETA», pero «analizó mucho la política vasca y vio las debilidades y miserias de los actores políticos y sociales». «Viendo cerca la muerte, en sus escritos Joxeba deseaba que su grito de libertad llegara al mundo, estaba pidiendo apoyo», ha añadido.
Así, ha explicado que por ello la familia ha regresado durante 20 años «a la tierra de donde tuvimos que huir, por compromiso con Joxeba y con la sociedad que defendió de los totalitarios», al tiempo que ha destacado que este tiempo «es una generación y permite abrir mucho el angular y centrarse en lo imprescindible».
De este modo, ha incidido en que el posterrorismo «debería obligarnos a encarar las grandes cuestiones de las responsabilidades políticas, no sólo judiciales, sobre la producción industrial de terror» ya que «no se produjo el terror por descuido, sino para anular el pluralismo político y la libertad ideológica» y por eso las víctimas «tienen un significado político».
A su juicio, el posterrorismo obliga, además, a «encarar la cuestión de la impunidad acumulada» con «casi 400 asesinatos sin justicia», así como la «la transmisión a las nuevas generaciones de un conocimiento cabal sobre el pasado».
La eurodiputada de Ciudadanos ha criticado que en Euskadi y Navarra y en la opinión pública española «el centro está en lo que interesa» al coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, «los presos y el blanqueamiento paulatino de su pasado y de sus siglas pese a los déficit evidentes y objetivos para merecerlo».
De esta manera, ha lamentado que «no hay escándalo en toda España cada día, cuando se trata como héroes a los etarras por haberlo sido y se enseña eso a una parte de los niños y niñas vascos y navarros».
Maite Pagazaurtundua ha denunciado que «la industria del terror se ha reconvertido en una industria de blanqueamiento» y ha incidido en que «no ha habido ni una sola vez en el que un preso haya colaborado con la justicia para resolver un caso y no han querido indicar dónde están los cuerpos de las personas que asesinaron e hicieron desaparecer».
Además, ha censurado que «utilizan extraordinarios recursos para blanquear la imagen» del exdirigente de ETA Josu Ternera en Francia y para evitar «los juicios que podrían tener repercusión simbólica e histórica», en concreto «el juicio por el delito de lesa humanidad ya instruido al jefe de ETA y otros jefecillos porque no vaya a ser que se sepa el fondo industrial del terror».
Tras resaltar que «Otegi y compañía no aceptó ningún suelo ético en la Cámara vasca», ha lamentado que, sin embargo, «se ha normalizado el pacto con ellos» lo que «intoxica la política vasca, pero sobre todo, ahora mismo, la política española, porque la hoja de ruta es presos por presupuestos» y, según ha dicho, «para ello todavía faltan algunos flecos en el Código Penal o en las leyes que impiden al Gobierno Vasco poner pulseras a todos los presos para el cumplo y miento».
«En un sistema intoxicado por gente que lleva 40 años de desinformación dañosa como Otegi y sus siglas y entorno es fácil hacer mirar el dedo en lugar de la luna, y así estamos, luchando contra el olvido de lo imprescindible», ha afirmado.
Asimismo, ha destacado que «se va notando la construcción concienzuda, lenta, laboriosa, de nuevos tabúes para domesticar a la sociedad vasca y navarra», pero que «de forma intermedia buscan que aceptemos un punto intermedio entre los que nos mataban y la democracia amenazada», ya que «se elimina así el significado político de la industria del terror y entonces, aparece la búsqueda de un equilibrio de memorias, de asesinos particulares y víctimas particulares».
Por ello, ha opinado que «conviene que recordemos que el número de malhechores no justifica el delito y que éste es uno de los principios del Estado de Derecho en la Europa democrática».
Finalmente, ha alertado de que «si en el posterrorismo se acepta el marco general que se debe combatir, se termina atrapado en él». «En la telaraña están las palabras, los marcos y la agenda de Otegi y el entorno», ha señalado, al tiempo que ha confiado en que «el grito de libertad de Joxeba, su entrega, su valentía, su lucidez, su exigencia que es la nuestra llegue a los ciudadanos».
"ocultar la verdad"
Por su parte, Fernando Savater ha denunciado el «ocultamiento de la verdad» y de lo que «se está haciendo en favor de los responsables de los crímenes que se cometieron en este país», al tiempo que ha criticado que la «sombra» que supuso el terrorismo en Euskadi «se está intentando convertir en algo paisajítico, agradable».
A su entender, «la lucha consiste en continuar defendiendo lo que defendimos contra ETA» que, según ha dicho, «ya no mata porque, como se ha conseguido colocar a los asesinos, no lo necesita para tener provecho político».
Savater ha incidido, además, en que «no se trata de que reconozcan que estuvo mal», sino que «lo que tienen que reconocer es la Constitución, son las leyes que nos unen y que nos mantienen». «La España unida es la garantía de la libertad de los vascos, fuera de ella no hay libertad posible para los ciudadanos», ha defendido.
Tras reiterar que el separatismo «es el enemigo de la libertad en Euskadi», ha afirmado que «hoy no mueve la violencia porque suponen que ya no hace falta, que simplemente con llamar a Madrid les van a llegar los premios o las exigencias que quieran». «El día que nos liberemos del Gobierno actual supongo que ya no tendrán a quién llamar por teléfono y podremos volver a recuperar el tono democrático que merece este país», ha concluido.