La mortalidad en mujeres por cáncer de pulmón, cavidad oral y faringe, páncreas y vejiga ha aumentado en los últimos veinte años en Euskadi. En el caso de los varones, han crecido los fallecimientos por cáncer del sistema nervioso central y de páncreas, mesotelioma, leucemias y de hígado.
Según datos dados a conocer este viernes por el Departamento de Salud del Gobierno Vasco, en vísperas del Día Mundial dedicado a esta enfermedad, la mortalidad por cáncer de todos los tumores malignos en el País Vasco ha descendido «de forma significativa» en ambos sexos entre 2001 y 2021.
En un comunicado, la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, ha advertido, no obstante, que el cáncer «sigue siendo la primera causa de muerte y, por ello, es necesario seguir trabajando en el ámbito de la prevención y la investigación, para reducir la mortalidad, aumentar la supervivencia y mejorar la atención a pacientes».
Según los datos dados a conocer, la disminución de la mortalidad por cáncer en hombres se mantiene durante todo el periodo, pero si entre 2001 y 2014 se situó en el 0,9% anual (438,9 por 100.000 habitantes en 2001), a partir de 2014 pasó a ser del 2,6% anual (321,1 por 100.000 habitantes en 2021).
En hombres, ha descendido así significativamente a lo largo de todo el periodo la mortalidad por cáncer de laringe, estómago, cavidad oral y faringe, esófago, próstata y riñón, y por linfomas no Hodgkin.
Por otro lado, el cáncer de vesícula y vías biliares solo disminuyó de forma significativa desde 2013; el de colon-recto, desde 2012; el de vejiga, desde 2015; y el de pulmón, desde 2007. Por el contrario, la mortalidad masculina ha aumentado significativamente por cáncer del sistema nervioso central y de páncreas, en todo el periodo; a partir de 2009 en el caso del mesotelioma; hasta 2016 las leucemias; y hasta 2018, en cáncer de hígado.
Mujeres
El descenso en la mortalidad de las mujeres ha sido menor, un 0,3% anual a lo largo de todo el periodo, desde la tasa de 177,3 por cada 100.000 habitantes en 2001 hasta 160,3 en 2021.
Según los datos ofrecidos, ha descendido significativamente en todo el periodo la mortalidad femenina por cáncer de vesícula y vías biliares, estómago, mama y linfoma no Hodgkin. Por contra, ha aumentado de forma significativa en todo el periodo en cáncer de pulmón, cavidad oral y faringe, páncreas y vejiga.