El senador del Partido Aragonés (PAR), Clemente Sánchez-Garnica, ha pedido, este martes, en la Cámara Alta «sensatez y prudencia» a los grupos políticos, «especialmente a los mayoritarios», en todo lo referente a la polémica sobre la renovación del Tribunal Constitucional.
«Todos somos responsables del bloqueo que hay en la actualidad para la renovación del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, unos por acción y otros por omisión. Y desde nuestro modesto punto de vista no es legítimo instrumentalizar los órganos constitucionales en contra de otros órganos constitucionales; es algo muy peligroso», ha advertido el senador del PAR.
Sánchez-Garnica ha hecho estas declaraciones en la Comisión de Justicia del Senado, de la que es portavoz, durante el debate de la proposición de ley mediante la cual el Ejecutivo reformará los delitos de sedición y malversación y pretendía forzar la renovación del Tribunal Constitucional, y después de que el propio órgano de garantías impidiera la tramitación en la Cámara Alta de la reforma para su propia renovación.
«Hay que entender que la situación actual, y eso va para todos, sobre todo para los grupos mayoritarios, trae causa de la no renovación de los órganos constitucionales, el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial», ha dicho.
«Como también es cierto que esto que está ocurriendo no es sino consecuencia de una técnica legislativa bastante errónea, que no viene de esta época, de este Gobierno, sino de hace años; y las prisas nunca son buenas consejeras», ha añadido en relación a la tramitación 'exprés' de la norma.
El senador del PAR ha finalizado su intervención haciendo un llamamiento «a la reflexión sobre lo que está pasado: ¿Hacia dónde vamos y cuáles son los efectos? Sensatez y prudencia, señorías, sensatez y prudencia», ha respondido.
También ha estimado que ahora «es más necesario que nunca el diálogo» porque «el enfrentamiento y la crispación no nos llevan más que al odio y el odio es peligroso». Por lo tanto, ha reiterado, «sensatez y prudencia, sobre todo de los grupos mayoritarios, que son los que tienen que llevarnos al camino adecuado para que de aquí no salga lo que no debe de salir».