El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha prometido este martes que las obras de la Puerta del Sol finalizarán a tiempo para que madrileños y visitantes puedan dar la bienvenida a 2023 en este emblemático espacio, si bien la 'ballena' que da acceso al Cercanías no se cambiará hasta el año que viene.
«Mantenemos el compromiso de que los madrileños podrán tomar las uvas en la Puerta del Sol y todos los españoles podrán tomar las uvas viendo la Puerta del Sol», ha trasladado el regidor ante los periodistas desde la inauguración del último tramo del Nudo Norte.
Ha indicado que «es cierto que queda cortada la zona del acceso al Cercanías, y la sustitución de la ballena» así como también «quedan pendientes la finalización de las obras en la Carrera de San Jerónimo o Pontejos».
La nueva Puerta del Sol introduce un criterio de orden en los elementos presentes en la plaza para adaptarlos a su configuración arquitectónica espacial. Se quiere de este modo generar un espacio central diáfano bordeado en su lado norte por una línea de bancos que se dividirá en ocho partes con tres interrupciones principales que coinciden con las calles que entroncan con la plaza (Preciados, Carmen y Montera) y otras cuatro particiones intermedias para permitir una mayor fluidez en el tránsito peatonal.
Esta alineación de bancos integrará además las escaleras de acceso al Metro y en sus dos extremos se instalarán las estatuas de la Mariblanca (en el extremo de la calle Arenal) y el Oso y el Madroño (en el extremo de la calle Alcalá).