EH Bildu ha criticado que los Presupuestos del Gobierno Vasco para 2023 «son continuistas y conservadores», y no sirven para «abordar las incertidumbres y los retos», por lo que pedirán que las Cuentas «sirvan para responder a los problemas que hoy son innegables» como el deterioro de servicios públicos, el precio de vivienda, emancipación, crisis energética, grave situación del sector primario y la pérdida de la capacidad de decisión en empresas estratégicas. Además, presentarán su propuesta sobre fiscalidad dirigida a «poder financiar las medidas y afrontar los grandes retos de década».
En una rueda de prensa celebrada en la Cámara vasca, las parlamentarias de EH Bildu Maddalen Iriarte y Nerea Kortajarena han avanzado la postura que va a mantener su grupo ante la negociación presupuestaria que se inicia este miércoles con el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu.
Iriarte ha criticado que va a ser la primera reunión que su grupo tiene con el Gobierno sobre Presupuestos porque «se ha negado a hablar antes» con la coalición, a pesar de que le solicitaron formalmente una cita antes de que se aprobara el proyecto presupuestario «para hacer un análisis conjunto de la situación y contrastar posibles medidas a adoptar».
«Hubiese sido lo normal, más si cabe viniendo como venimos de un acuerdo presupuestario. Es lo que se hace cada año con total normalidad con el Gobierno de Chivite en Nafarroa y con el de Sánchez en Madrid. Es lo normal al menos cuando la voluntad de llegar a acuerdos es verdadera», ha insistido.
Tras recordar que el año pasado alcanzaron un acuerdo para abstenerse en la votación de las Cuentas 2022, ha afirmado que el balance es «agridulce», ya que las medidas económicas acordadas, «en general, se han llevado a cabo», especialmente el esfuerzo para reforzar la atención primaria en Osakidetza y otras medidas económicas sobre el bienestar energético, I+D o emancipación juvenil.
Sin embargo, ha criticado que «hay cosas en las que se podrían haber dado más pasos», y ha señalado que en los compromisos políticos «el Gobierno no ha cumplido lo firmado en absoluto», en materias como adaptar el salario mínimo a la realidad socioeconómica vasca o la regulación o limitación de los precios de los alquileres privados. «No ha hecho ningún ejercicio, ni tan siquiera de anticipación política de cómo podría llevarse a cabo todo esto», ha reiterado.