El conseller de Investigación y Universidades, Joaquim Nadal, ha negado que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont tenga a día de hoy una «legitimidad presidencial» y ha calificado de comprensible su rechazo a la reforma del delito de sedición, si bien no cree que esto entorpezca la negociación.
«El presidente legítimo en Bruselas, en Waterloo, es un episodio de hace cinco años», ha defendido en una entrevista en La 2 y Ràdio 4 de este lunes recogida por Europa Press, en la que se ha preguntado por la legitimidad de los dos presidentes posteriores, Quim Torra y Pere Aragonès.
Nadal ha defendido que el 1-O fue «una gran movilización, pero no acabó de ser lo que la gente se esperaba que fuera porque no se materializó el objetivo de la consulta», y ha instado a los independentistas a --textualmente-- reconocerlo y, al Estado, a pedir disculpas por la actuación policial.
Asimismo, ha abogado por «retomar la plenitud del Estatut limado, modulado y cargado por la sentencia del Tribunal Constitucional» puesto que, a su juicio, puede ser un punto de partida para un autogobierno sólido que sirva para avanzar hacia la autodeterminación y la amnistía.
El conseller se ha reivindicado como «un socialista sin partido» y ha sostenido que la ideología socialdemócrata está, en sus palabras, por encima de los partidos, por lo que ve coherente su trayectoria política.
Ha dicho que habría rechazado cualquier otra Conselleria y ha insistido en que no optará a la Alcaldía de Girona, que ya ocupó en el pasado.
Presupuestos catalanes
Nadal ha sostenido que Catalunya necesita unos Presupuestos para 2023 y que el Govern hará «los movimientos que hagan falta para tenerlos», abriéndose a las fuerzas políticas que puedan ofrecer sus votos, si bien ha destacado que él no participa de las negociaciones.
Ha insistido en que las cuentas llevan «el acento y la mano» del exconseller de Economía y miembro de Junts, Jaume Giró, y ha asegurado que el nuevo equipo los mejorará para aumentar el gasto social.
En esta línea, ha criticado que «mucha gente en Catalunya, excepto los 'destroyers', creen que no conviene un proceso electoral» pero ha rechazado señalar a una formación u organización en concreto.