El exministro de Hacienda Cristóbal Montoro (PP) ha afirmado este jueves que el próximo año «va a ser difícil» para la economía española y ha recomendado «evitar los estrangulamientos de precios» y corregir el déficit público. Ha participado en las Jornadas Técnico-Formativas de Mediadores de Seguros en la Cámara de Comercio de Zaragoza.
En declaraciones a los medios de comunicación, Montoro ha señalado que «estamos ante un año difícil en España, Europa y buena parte del mundo» y ha animado a aprovecharlo «en el sentido de preparar la salida de la crisis», alertando de que se está produciendo «una combinación muy negativa» de bajo crecimiento y alta inflación, y se trata de conseguir que sea «temporal».
Ha señalado que, a diferencia de otras crisis, ahora «hay recursos» para que el Estado invierta de cara a «evitar los estrangulamientos de precios, que están en el origen de esa inflación», y «reforzar la capacidad de crecimiento en los sectores que necesitamos», como la energía, la digitalización y los servicios públicos. Ha dicho que «Aragón tiene un componente industrial importante y tenemos que saber impulsarlo».
El exministro ha abogado por favorecer el ahorro y dirigirlo, a través de estímulos fiscales, para financiar la inversión y el ahorro a largo plazo, también escalonar las subidas de las pensiones, haciendo que suban las más bajas.
Inflación
Montoro ha advertido de que la inflación «no es tan temporal» como algunos habían dicho y ha pedido «humildad intelectual y moderación» porque «la inflación va a depender de lo que vayamos haciendo entre todos en esas políticas para corregirla».
Asimismo, ha observado que la crisis derivadas de la pandemia y la guerra en Ucrania conllevan el aumento de la inflación porque los bancos centrales «han puesto mucha liquidez a disposición» para evitar la paralización de la actividad: «Ahora estamos pagando el coste de este tipo de actuaciones y si tenemos la inflación alta no podemos decir que las cosas están bien».
De esta forma, ha expuesto, «la inflación se ha convertido en el gran obstáculo para la continuidad del crecimiento económico, lo que produce un desequilibrio social y, por tanto, las políticas económicas tienen que atajar los orígenes de la inflación y también atender a las consecuencias de la inflación, que no están totalmente atendidas, si no, no habría malestar social».
El exministro de Hacienda, ha indicado que la balanza de pagos de España es positiva, lo que «da fiabilidad» en el sentido de que «podremos salir relativamente rápido de una situación como esta», lo que «no ocurría en crisis anteriores».
Ha propuesto que el Estado centre los gastos en atender la vulnerabilidad social y «renunciar» al resto de gastos «para reducir el déficit».
Montoro ha considerado que «selectivamente» se puede reducir la fiscalidad porque «la recaudación está en máximos históricos» y se puede «dar cobertura a los peores efectos de la inflación», reclamando que estas políticas alcancen a las capas medias de la población, incluyendo pensionistas con pensiones medias y medias altas, bajando el IRPF.
Respecto a la fiscalidad diferenciada, ha opinado que «lo importante es seguir invirtiendo, facilitando las inversiones» en los territorios despoblados porque «si no tenemos suficientes proyectos no va a haber deducciones fiscales», recalcando: «Bienevenidas las deducciones fiscales».