El director Eduardo Casanova presenta este miércoles en el Sitges Festival Internacional de Cine Fantástico de Catalunya la película 'La piedad', protagonizada por Ángela Molina, Manuel Llunell y Ana Polvorosa, y ha asegurado: «La libertad se coarta en todos los lugares».
En una entrevista con Europa Press, ha asegurado que la libertad se coarta en todos los lugares y ha señalado que, por ejemplo, en Estados Unidos, símbolo de la libertad y el sueño americano, en el estado de Texas no se puede abortar aunque sea producto de violación o incesto: «Nadie llama dictadura a América, yo tampoco lo estoy haciendo».
Ha insistido en la idea de que las libertades están coartadas en todos los sitios, pero «lo que pasa que hay lugares en que es más evidente o menos evidente. Ser libre es imposible y no existe».
En 'La piedad', proyectada en Sitges en la sección oficial a concurso tras su exitoso paso por otros festivales, narra la historia de Libertad y Mateo, madre e hijo con una relación de profunda dependencia y de los que uno cae enfermo, en paralelo a la huida de una familia norcoreana de la dictadura.
Casanova ha asegurado que las relaciones maternofiliales siempre le han interesado, y ha afirmado que las relaciones acostumbran a ser muy dependientes: «El ser humano es dependiente, es un ser gregario y necesita vivir en grupo. La dependencia es algo de lo que no podemos huir y que cuando pasa determinado límite, es complicado salir de eso», ha subrayado.
En la película establece un paralelismo entre el personaje de la madre con Kim Jong-il y entre el hijo y el pueblo norcoreano: «Una madre es difícil de olvidar, es difícil separarse de ella, y también lo es separarse de una ideología con la que te han criado. Es donde se unen las dos historias de forma perfecta».
En rueda de prensa posterior, Casanova ha remarcado que en la película esas dos situaciones «casan, forma parte de la magia de la narrativa», y ha remarcado que en ambos casos se da un miedo a la muerte visto desde el punto de vista de la maternidad y los líderes dictatoriales y como tener un hijo o crear un régimen puede verse como una forma de quedarse eternamente en el mundo.
ángela molina, "icono"
El cineasta ha explicado que toda la película gira en torno a la maternidad llevado a la exageración, y ha alabado el trabajo de Ángela Molina, «una leyenda del cine e icono absoluta», de la que ha dicho que le ha enseñado a dirigir.
Casanova ha asegurado que para él dirigir es «importante, es una forma de vida», y ha dicho que siempre estará agradecido a Álex de la Iglesia y Carolina Bang, productores tanto de 'Pieles' como de 'La piedad', por darle la oportunidad de hacerlo.
Preguntado por sus palabras en una entrevista en 'El Mundo' de que no quería que nadie de Vox viera su película, ha dicho, intercalando y contestando un audio con declaraciones del líder de Vox Santiago Abascal en las que se refería a la adopción por parte de parejas homosexuales: «Yo creo que es preferible que Vox no vea la película. Yo pienso que tiene que tener preferencia a ver la película personas más democráticas. Ahora me dices que hay alguien de Vox que quiere ver la película, yo le aplaudo».
El director también se ha referido a la imagen de la Piedad, y ha remarcado que es una imagen que le da «pánico» considerando que no existe ninguna madre preparada para ver a su hijo muerto, pero admitiendo que es un icono que cuenta mucho sobre la maternidad, el amor y el perdón.
Preguntado por los tonos rosas en el diseño de la película --el equipo que se ha desplazado a Sitges iban vestidos con ese color--, que también estaba presente en 'Pieles', Casanova ha remarcado que es un color «bastante estigmatizado» y que siempre busca dar la mano a quien más problemas tiene.
El cineasta Álex de la Iglesia, productor de la película, ha asegurado que han confiado en Casanova por su capacidad de hacer películas diferentes, y ha remarcado que es un «asombroso realizador con una mirada única a la hora de enfrentarse a una historia».