La nueva Ley de Protección Lumínica del Medio Nocturno, cuyo anteproyecto ha sido aprobado este viernes en el pleno del Consell, contemplará sanciones de hasta 40.000 euros para quienes reincidan en el incumplimiento de horarios y del flujo lumínico permitido.
Así lo ha dado a conocer la titular de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, en una comparecencia pública tras el pleno del Gobierno valenciano.
Mollà ha explicado que esta normativa regulará las instalaciones, dispositivos y los elementos de alumbrado con incidencia en el medio nocturno para prevenir la contaminación asociada a las fuentes de iluminación y fomentar la eficiencia energética en el territorio de la Comunitat.
El texto especifica las condiciones que tienen que cumplir las nuevas instalaciones de alumbrado «con el fin de mejorar la preservación del medio ambiente mediante un uso eficiente y racional de la iluminación», ha expuesto.
La nueva normativa persigue proteger al «máximo posible» las condiciones naturales de los espacios durante las horas nocturnas en beneficio de las personas, la fauna, la flora y los ecosistemas en general.
Así, la regulación plantea reducir la intrusión lumínica, principalmente en entornos naturales, y contribuir a la lucha contra el cambio climático mediante la promoción de la eficiencia y ahorro energético de los sistemas de iluminación.
Entre las actuaciones destaca la zonificación en cuatro áreas, a través de un mapa coordinado con los Ayuntamientos, en función del grado de vulnerabilidad a la contaminación lumínica, de acuerdo a la tipología del territorio, el uso del suelo y su valor paisajístico y/o astronómico, entre otras condiciones.
En su articulado, el proyecto de ley incluye unas disposiciones técnicas del alumbrado relativas a las características y condiciones que deben cumplir las instalaciones y elementos de iluminación. La Generalitat colaborará con los municipios para garantizar la adaptación a las prescripciones de esta ley y promoverá acciones conjuntas en favor del ahorro energético.
Asimismo, promoverá campañas de educación ambiental y publicará un informe de seguimiento sobre la contaminación lumínica y la eficiencia energética en la Comunitat Valenciana, haciendo especial hincapié en sus efectos sobre los parques naturales valencianos.
Contempla exclusiones
Mollà ha explicado que esta norma no afectará «absolutamente a todo»: «Siempre hay una exclusión que en este caso tiene que ver con la seguridad vial y de las personas y zonas cuya regulación no está al alcance de la autonomía como aeropuertos o centros militares». Esta exclusión, ha detallado, es «mínima» y afecta tanto al iluminado público como al privado, al interno si tiene efecto externo, ha dicho.
Se trata de una ley que tiene voluntad de colaborar pero también contemplará un régimen disciplinario, ha afirmado la consellera. Así, ha avanzado que se contemplarán sanciones de hasta 40.000 euros, muy graves, por reincidencia en el incumplimiento de horarios o del flujo del iluminado permitido.
La reglamentación --ha añadido-- tendrá que estar lista antes de un año y a partir de ese momento se irán sacando reglamentos que serán de obligado cumplimiento.