La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha pedido a las víctimas del terrorismo que transformen «el dolor del pasado en la construcción de un nuevo futuro». Así, ha instado a las víctimas a «sanar las heridas» para recuperar «la plenitud de sus vidas y no quedar atrapadas en la condición de víctima como único destino».
Artolazabal ha realizado estas afirmaciones en el acto de apertura del Curso de Verano de la UPV/EHU 'Víctimas del terrorismo: su derecho de participación', que se centra en repasar la actividad del Consejo Vasco de Participación de las Víctimas del Terrorismo desde su constitución, hace ya más de diez años, así como en valorar la presencia de las víctimas del terrorismo en las aulas y en evaluar la legislación existente y sus posibilidades de futuro.
Además de la consejera vasca de Justicia, la jornada ha contado con la participación de José Luis de la Cuesta, presidente del Consejo Vasco de Participación de las Víctimas del Terrorismo; José María Lobato, de Covite; Xabier Etxeberria, de la Universidad de Deusto; Gemma Varona, investigadora del Instituto Vasco de Criminología (IVAC); Eduardo Mateo, de la Fundación Fernando Buesa; y Jaime Arrese, de Sinnergiak.
Artolazabal ha iniciado su intervención con unas palabras de recuerdo a Juvenal Villafañe y José Luis Barrios, víctimas de ETA de cuyo asesinato se cumplen este viernes 29 años, y que ha extendido como homenaje a todas las víctimas del terrorismo.
En esa línea, ha felicitado a la UPV/EHU porque, según ha dicho, «la organización de este curso viene a significar dos cosas: la primera que la Universidad cumple su misión, la de una institución comprometida con su tiempo; y su tiempo hoy sigue siendo también el de las víctimas del terrorismo. La segunda, que las víctimas del terrorismo sois y estáis en el centro».
«No fue siempre así. Instituciones y sociedad hemos hecho ya la autocrítica necesaria por los años en que no supimos demostrar la suficiente empatía. Hoy, afortunadamente las cosas han cambiado», ha resaltado.
Artolzabal ha puesto en valor el Plan de Convivencia, Derechos Humanos y Diversidad Udaberri 2024 del Gobierno Vasco, y ha incidido en el «compromiso político» del Ejecutivo en «avanzar y consolidar las políticas de reconocimiento legal, institucional, social y moral y reparación de las víctimas del terrorismo»
«Las víctimas seréis una prioridad. Todas las víctimas. Sin equiparaciones, sin contrapesos, sin exclusiones», ha defendido la titular vasca de Justicia, al tiempo que ha incidido en que se ha dirigido a las víctimas para decirles que «sois y seguiréis siendo una prioridad».
De este modo, ha subrayado que «no cerrar los ojos y denunciar todas las vulneraciones de derechos nos arma de razones para afirmar que la sinrazón del terrorismo ha supuesto durante décadas la más flagrante violación de los derechos humanos en este país».
Asimismo, ha destacado que las víctimas son también «un verdadero modelo» por la concepción del propio Consejo como órgano de participación, pero sobre todo «un modelo de trabajo colaborativo entre diferentes, de actitud constructiva y propositiva». «Sin intereses particulares ni partidistas, sin búnkeres ni trincheras, sin odio, rencor ni sed de venganza», ha resaltado.
"deslegitimación de la violencia"
Artolazabal ha destacado también que «hay firmeza en los principios, debate de ideas y propuestas, voluntad de acuerdo, y hay, sobre todo, un fin compartido: la radical deslegitimación de la violencia terrorista, el reconocimiento de las víctimas y la superación de su victimización».
Tras sostener que «hay que seguir dado pasos firmes, audaces, y valientes», Beatriz Artolazabal se ha mostrado convencida de la importancia de la memoria porque «la amnesia no hace justicia y la desmemoria no sana». «El olvido no puede nunca ser condición, moneda de cambio y precio para la construcción de un futuro compartido y de una convivencia reconciliada», ha añadido.
Por ello, ha defendido que «la verdad es el camino» y es «derecho de una sociedad democrática». En ese sentido, ha subrayado que «sanar las heridas, recuperar la plenitud de las vidas, ha de ser el objetivo» y no «quedar atrapados en la condición de víctima como único destino, una condición injusta impuesta a la fuerza».
«Superar la pérdida, el sufrimiento, el duelo, el trauma. Transformar en lo posible el dolor del pasado en la construcción de un nuevo futuro y para esta transformación -más allá de las siempre necesarias políticas de reparación-, la memoria, la verdad y el reconocimiento son quizás la mejor de las medicinas», ha asegurado.
Finalmente, ha reiterado que «memoria, verdad y reconocimiento son el mejor de los reconstituyentes» y ha sostenido que ese es el «deber moral para con las víctimas». Asimismo, ha animado a las víctimas a «seguir dando pasos con el mismo espíritu, con la misma actitud, con el mismo afán» porque «la paz y la convivencia en este país necesitan de vosotros». «Necesitamos las miradas, las voces y los testimonios de todas las víctimas», ha concluido.