Más del 50 por ciento del padrón electoral de chilenos y chilenas residentes en la Comunitat Valenciana, la Región de Murcia y las Islas Baleares --más de 550 personas de las 1.098 inscritas-- han emitido su voto desde el extranjero desde València por primera vez en la historia democrática del país austral, para decidir si aprueban o rechazan la propuesta de nueva Constitución.
El Hotel NH Valencia Center ha acogido, desde las 8.00 hasta las 18.00 horas --hora española--, a las más de 500 personas que se han desplazado desde diferentes ciudades españolas para participar en el plebiscito constitucional de Chile, un momento que diversos asistentes han coincidido en calificar como «histórico».
«Nos estamos jugando un cambio», han aseverado, en declaraciones a Europa Press, varios votantes, que, en un clima de «polarización» e «incertidumbre», se han dividido entre aquellos que se mostraban «esperanzados» y «segurísimos» de la victoria del 'Apruebo' para «garantizar los derechos sociales básicos» y quienes tacharon la casilla del 'Rechazo' por «temor», al «no estar de acuerdo» con el proyecto o por «no sentir» el proceso constituyente como «un momento de unidad ni felicidad», sino de «tensión».
En este contexto, los votos emitidos en las tres mesas electorales de València por los votantes chilenos inscritos en la Comunitat Valenciana, la Región de Murcia y las Islas Baleares han dado la victoria al 'Apruebo' (347 votos) frente al 'Rechazo' (205 votos), según los datos ofrecidos por Servicio Electoral de Chile consultados por Europa Press, a falta de conocer los resultados definitivos del plebiscito.
Detractores y defensores de la nueva Constitución chilena se han mostrado de acuerdo en su «responsabilidad moral y ética» de acudir a las urnas. «Es nuestra obligación y también nuestro derecho», han expresado los votantes, que han asegurado que la población chilena «está recuperando el sentido cívico respecto a las elecciones» y «alza la voz con una raya».
Primeras elecciones con mesas en valència
Los chilenos residentes en España --en concreto, aquellos inscritos en el padrón electoral de la Comunitat, Murcia y Baleares-- han podido votar en la ciudad de València, donde se han habilitado tres mesas adicionales que se han sumado a las de Madrid y Barcelona.
«Nosotros no hemos votado en muchas ocasiones porque hay que viajar», han señalado dos chilenos residentes en Palma de Mallorca, al tiempo que una chilena de Benidorm (Alicante) ha asegurado que le parece «fantástico», ya que, en palabras de otro votante, estas mesas «abren la posibilidad de votar para mucha gente que antes no acudía porque era muy costoso viajar hasta Barcelona». Incluso la Casa de Chile València ha facilitado autobuses para desplazar a los votantes.
A pesar de que para los chilenos inscritos en España el voto no es obligatorio --sí lo es en este plebiscito para los residentes en Chile--, desde las mesas electorales han asegurado estar «muy sorprendidos» por la «alta participación». «Yo encuentro que, para no ser obligatorio el voto, cumplir un 50% del electorado es una muy buena señal», ha señalado la presidenta de una de las mesas.
«Es la primera vez que vengo a votar en los siete años que llevo viviendo en España, porque me sentía con la obligación, no solamente por ser chilena, sino con la obligación moral de venir a votar», ha resaltado la mujer residente en Benidorm.
'apruebo': "oportunidad de cambiar la situación del país"
Entre aquellas personas partidarias del 'Apruebo', la presidenta de una de las mesa ha subrayado que el nuevo texto constituyente supone «terminar con una Constitución realizada en dictadura a puerta cerrada, y aprobar la primera Constitución del mundo realizada a nivel paritario, en la que se incorpora a los pueblos originarios y se tiene en cuenta los derechos de niños, gente mayor o la naturaleza».
«Yo creo que hoy triunfa el 'Apruebo', sobre todo por la fuerza joven que nos va a dar una muy grata sorpresa», ha pronosticado. Por su parte, un vocal de una de las mesas, para quien esta votación es «el segundo momento más importante para la historia de Chile después del plebiscito que acabó con la dictadura», ha añadido que «la esperanza del triunfo del 'Apruebo' está puesta en la gente joven».
Otro votante ha reivindicado que este plebiscito, a su juicio «absolutamente necesario», es una «oportunidad para los chilenos de cambiar la situación del país». «Mejorará muchos derechos que en Chile no estaban garantizados y dará oportunidades a mucha gente en materia de sanidad o educación», ha recalcado.
«Estoy ansiosa, con alta esperanza y nerviosa esperando a que salga el resultado», ha expresado una de las votantes que espera ese cambio en la Consitución ya que considera que la desigualdad se nota «demasiado» en Chile. Por ello, ha afirmado que si ganara el 'Apruebo' «habría luz y esperanza para la gente humilde y sencilla que no tiene acceso a una mejor calidad de vida».
«Vamos a ganar, 'Apruebo' gana. Estoy segurísima», ha señalado emocionada y ha asegurado que si gana la opción a favor de la nueva constitución, «el cambio que se viene es muy grande».
'rechazo': "más diálogo en el proceso de construcción"
Por otra parte, entre quienes se mostraban a favor del 'Rechazo', uno de los apoderados de la mesa ha señalado que para él la votación de este plebiscito supone «definir las reglas del juego, saber cómo se van a cambiar los procesos sociales en Chile».
En esta situación, mantiene la «esperanza» de que no se apruebe la propuesta constituyente, pues, ha declarado, "hace falta más diálogo en el proceso de construcción de la nueva Constitución y que cuestiones como la participación de los pueblos originarios sean un proceso en sí mismo, más que un complemento.
Por su parte, otra chilena ha expresado su «temor» por la victoria del 'Apruebo'. «Como está en estos momentos la Constitución, yo voté 'Rechazo'», ha dicho, al tiempo que ha añadido que, «aunque es cierto que hay que hacer modificaciones en la actual Constitución, esta no es la forma».
Plebiscito constituyente
Los chilenos están llamados este domingo a las urnas para decidir si quieren sepultar la Constitución que aún arrastra el país desde la dictadura de Augusto Pinochet. La campaña ha evidenciado la división que aún persiste en la sociedad y, si se cumplen los sondeos, el borrador de la nueva Carta Magna será rechazado.
El proceso de renovación se remonta a 2019, cuando las protestas masivas desencadenadas en octubre, inicialmente por la subida en el precio del transporte público, pusieron contra las cuerdas al Gobierno del entonces presidente, Sebastián Piñera. La ONU atribuyó a las fuerzas de seguridad casi una treintena de muertes en estas movilizaciones.
El conocido como 'estallido social' concluyó en noviembre con el Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución, en el que Piñera y otros representantes de la oposición, entre ellos el entonces diputado y ahora presidente, Gabriel Boric, pactaron una hoja de ruta para calmar los ánimos y sortear la crisis.
Dicho acuerdo contempló la celebración de un primer plebiscito en el que los ciudadanos debía decidir si querían una nueva Constitución y, en caso afirmativo, qué órgano debería redactarlo. Los ciudadanos se posicionaron mayoritariamente --con un 78 por ciento-- a favor de una Convención Constitucional, conformada a la postre principalmente por independientes y representantes de la izquierda.