El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP-A), ha defendido este viernes que, ante posibles abortos de menores de edad, los padres de estas chicas deben tener «conocimiento» de esa decisión para poder «arropar» a sus hijas en una situación que ha descrito como «muy difícil».
A preguntas de los periodistas en una atención a medios tras asistir en Almería al pleno en el que ha resultado investida María Vázquez (PP) como nueva alcaldesa de la ciudad, el también presidente del PP andaluz se ha pronunciado sobre esta cuestión al hilo de las declaraciones que, en las últimas horas, se han realizado sobre el aborto entre menores a partir de 16 años, y la necesidad o no de que éste cuente con el consentimiento previo de los padres, por parte de representantes 'populares' como el líder nacional del partido, Alberto Núñez Feijóo, o la presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
El debate ha surgido a raíz de la aprobación, el pasado martes en el Consejo de Ministros, de la reforma de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, que, entre otras cuestiones, permite el acceso al aborto sin permiso paterno de menores de 16 y 17 años.
Juanma Moreno ha comentado que «entramos otra vez en un debate que, curiosamente, siempre viene cuando el PSOE tiene problemas», por lo que «tiene pinta siempre de cortina de humo», según ha opinado.
En todo caso, el presidente de la Junta ha dicho que tiene «claro que el aborto en sí es traumático para la mayoría de las personas, especialmente para una niña que tenga que interrumpir su embarazo», y ha defendido que las administraciones «nos tenemos que esforzar, desde la educación y la información», por «evitar esa circunstancia», la de que «una niña al final tenga que interrumpir su embarazo».
«Es un esfuerzo que tenemos que hacer de manera colectiva», según ha incidido Moreno antes de añadir que, en un «momento duro, difícil», como el que vive «una niña que va a abortar», la menor «tiene que tener el respaldo, el cariño, y conocimiento evidentemente de sus padres». «Me parece algo que es fundamental, y en el que debemos trabajar para que así sea», ha comentado.
De igual modo, el presidente de la Junta ha remarcado que «la interrupción del embarazo no está exento, ni de problemas serios en términos de salud, ni de problemas de ámbito de salud mental», de forma que «deja después secuelas que pueden ser físicas y también de carácter psicológico».
En esa línea, Moreno ha insistido en que se trata de «una situación muy difícil para muchas personas», y ha invitado a imaginar la situación que puede suponerle esta circunstancia a «una persona que todavía no tenga la suficiente madurez personal en su etapa evolutiva como para que no tenga el arrope, el cariño, de las personas más cercanas, en este caso, de sus padres», según ha añadido antes de concluir, a preguntas de los periodistas, que cree que «lo más importante en este caso es que los padres tengan conocimiento y puedan arropar a la niña».