La Diputación de Zaragoza (DPZ) ha lanzado un nuevo plan extraordinario de ayudas para que los 292 municipios de la provincia hagan inversiones alineadas con la Agenda 2030. Está dotado con 33 millones de euros y se convoca por segundo año consecutivo para contribuir a que los ayuntamientos zaragozanos cumplan los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) más directamente vinculados con las competencias municipales: agua limpia y saneamiento, energía asequible y no contaminante, ciudades y comunidades sostenibles, acción por el clima, entre otros.
La convocatoria ya ha sido publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza (BOPZ) y los ayuntamientos tienen de plazo hasta el 22 de septiembre para presentar sus solicitudes.
«Continuamos con el propósito firme de ayudar a los municipios a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible porque, pese al las dificultades derivadas por la pandemia, la guerra de Ucrania y la subida de los precios, no debemos olvidarnos de que el cambio climático es una realidad y de que sigue siendo necesario apostar de forma decidida por un desarrollo sostenible», ha destacado el presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero.
Ha detallado que esta línea extraordinaria de subvenciones permitirá mejorar la eficiencia de servicios básicos tan importantes como el alumbrado público, el abastecimiento, el saneamiento, los parques y jardines, la movilidad o la conservación y rehabilitación
de edificios.
«Hemos incrementado el presupuesto destinado a este plan de 28 a 33 millones de euros financiándolo de nuevo con cargo al remanente de tesorería que hemos ido ahorrando en los últimos años gracias a la buena salud financiera de la institución», ha precisado Sánchez Quero.
«Además, al ser una línea de subvenciones para obras, seguimos contribuyendo a dinamizar las economías locales mediante la contratación de las pymes y los autónomos del territorio».
El presidente de la DPZ también ha dicho que este plan Agenda 2030 se suma al plan extraordinario de concertación que la Diputación de Zaragoza aprobó en julio y que distribuyó entre todos los municipios otros 30 millones de euros más.
«Con esas ayudas totalmente incondicionadas los ayuntamientos han podido afrontar el encarecimiento de las obras públicas o cualquier otra necesidad de consideraran prioritaria», ha recalcado el presidente.
Criterios de distribución
La distribución de las subvenciones del plan Agenda 2030 se ha realizado siguiendo el criterio habitual: el 40 por ciento de los fondos se han asignado mediante una cantidad fija igual para todos los ayuntamientos y el 58 por ciento, en función de la población de cada municipio. El 2 por ciento restante se ha repartido teniendo en cuenta el Índice Sintético*de* Desarrollo Territorial (ISDT), un índice matemático elaborado y aprobado por el Gobierno de Aragón que permite cuantificar el nivel de*desarrollo*de los municipios zaragozanos a partir de diferentes indicadores demográficos, económicos, geográficos, de movilidad, de accesibilidad, de acceso a la digitalización, entre otros.
De este modo, a cada municipio se le ha asignado una cantidad, presupuesto sobre el cual los consistorios solicitarán las ayudas para las inversiones que crean convenientes en función de sus necesidades.
«Al igual que con otros planes de ayudas como el PLUS, los ayuntamientos saben con qué partida presupuestaria cuentan y sobre eso deciden a qué proyectos destinarla. Este año, a diferencia del pasado, los ayuntamientos podrán solicitar las ayudas para realizar cuantas actuaciones estimen oportunas siempre y cuando no superen su presupuesto máximo», ha indicado el presidente.
«Con la convocatoria del año pasado se financiaron 584 actuaciones diferentes en los 292 municipios de la provincia», ha detallado Sánchez Quero.
La agenda 2030
El 25 de septiembre de 2015, 193 países se comprometieron con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por Naciones Unidas y con su cumplimiento para el año 2030.
Esos ODS persiguen la igualdad entre las personas, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de sus habitantes como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible.