El municipio zaragozano de Borja permanece a la espera de que los vecinos evacuados de la pedanía del Santuario de Misericordia puedan regresar a sus viviendas y revisar los efectos del incendio originado en Añón de Moncayo este sábado, que ha quemado unas 6.000 hectáreas en las Comarcas de Tarazona y el Moncayo y Campo de Borja, en la provincia de Zaragoza.
El alcalde de la localidad, Eduardo Arilla, ha detallado a Europa Press que la mayoría de las viviendas del Santuario son segundas residencias, pero la zona cuentan con ciudadanos empadronados allí.
También ha contado que el operativo que se estableció para dar cobijo a los vecinos de Añón y Alcalá ya se ha desmontado y han podido volver a sus casas.
En total, el fuego obligó a evacuar a los vecinos de los municipios de Añón de Moncayo, Vera de Moncayo, Alcalá de Moncayo, Ambel, Bulbuente, Trasmoz, Talamantes, la urbanización Cumbres del Moncayo, El Buste y la pedanía del Santuario de la Misericordia. Solo esta última sigue en esta situación ya que el resto de los vecinos han podido volver a sus casas.
Al respecto, Arilla ha explicado que estos vecinos «antes de las siete de la tarde no van a poder subir porque la afección eléctrica ha sido bastante importante dentro de la propia urbanización perimetral».
El alcalde ha opinado que han tenido «una suerte inmensa de que después de la vorágine de este incendio, en el que se ha quemado prácticamente el cien por cien de la masa forestal que teníamos en esa zona, las viviendas se hayan salvado».
Bienes municipales
Arilla ha expuesto, respecto a los daños en bienes municipales, que están esperando recibir noticias sobre el alumbrado público, pero, en general, no se han sido graves, puesto que el fuego se quedó a las puertas del ecocamping, con capacidad para 250 personas, sin llegar a afectarlo y tampoco se ha quemado el bar de que dispone el barrio del Calvario, zona a 715 metros de altura y desde donde se divisa el Valle del Ebro, «aunque todo alrededor se haya calcinado».
En cuanto a daños medioambientales, Arilla ha dicho que se han visto afectadas las dos zonas de La Muela, alta y baja, casi al completo. «Emocionalmente, para mí como alcalde y para toda la localidad, perdemos una parte de nuestras vivencias», ha lamentado, y ha constatado que el proceso de regeneración «va a durar muchos años y al final cada vez que veamos un pino quemado nos vendrán los recuerdos a la cabeza».
Si bien es cierto que el incendio ha provocado un «impacto emocional de una magnitud impresionante», Arilla ha asegurado que es un «orgullo» ser alcalde de Borja. «Después de estos días, los voluntarios me han demostrado que estamos en el mejor momento como capacidad humana» y «hemos sido capaces de unirnos».
En este sentido, ha remarcado la labor de los más de 250 voluntarios que han estado contribuyendo estos días a la acogida de los vecinos de los pueblos evacuados en «todo tipo de colaboraciones, tanto de profesionales, como jubilados, enfermeros o médicos».