La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha instado a recuperar el "espíritu de compromiso y de colaboración" de los Juegos Olímpicos del 92 en la celebración del 30 aniversario para --literalmente-- proyectarlo con fuerza hacia el futuro, al servicio de una ciudad que quiere salir de la crisis más fuerte.
Lo ha dicho en el acto de celebración del 30 aniversario de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos Barcelona'92 este jueves en el Saló de Cent del Ayuntamiento, en el que también han asistido el ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta; el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco; el del Paralímpico, Miguel Segarra, y el exalcalde Narcís Serra.
Para Colau, los Juegos fueron un ejemplo de excelencia y de éxito a un triple nivel: por la organización y ejecución basada en la colaboración entre administración pública y sector privado; por un impulso --a su juicio-- sin precedentes para el deporte en el país, y también por la transformación de la ciudad que permitió "dignificar las periferias, recoser la ciudad, abrirla al mar y colocarla al mundo".
La primera edil ha afirmado que los Juegos fueron la "palanca necesaria" para hacer posible una transformación que, según ella, ha facilitado a la ciudad acoger ahora nuevos eventos como el Integrated Systems Europe (ISE) o el Mobile World Congress, entre otros, y cree que Barcelona es una ciudad que puede escoger y sabe escoger, en sus palabras.
Ha asegurado que Barcelona no se dejó llevar por la nostalgia durante la organización de esta cita olímpica, y ha dicho que tampoco lo tiene que hacer ahora, ante el reto de impulsar una ciudad "con menos contaminación, más verde, menos desigualdades, más oportunidades, menos especulación y más tecnología".