Las demostraciones de amor van más allá del Día de los Enamorados y de los regalos. Hay otras formas de decir te quiero, algunas más originales que otras, que no sólo se pueden usar en San Valentín, sino cualquier otro día del año.
Recordar a nuestra pareja que la queremos es importante, y hacerlo de una manera diferente lo hace especial. Algunas opciones son dejarle un mensaje que encuentre en algún lugar de la casa o en sus objetos cotidianos.
Por ejemplo, poner una nota en su agenda o en el libro que está leyendo; dejarle un post-it en la puerta, en la ventana, en la televisión o en la taza del desayuno; o, en las épocas frías, dejar un mensaje en el vaho del espejo del baño para que, cuando termine de ducharse, lo pueda leer.
Inspiración
Aunque no todos robaremos una trompa francesa azul para demostrar nuestro amor, como Ted Mosby en Cómo conocí a vuestra madre, ni improvisaremos una canción romántica con trozos de otros temas conocidos, como Christian en Moulin Rouge, la pequeña y la gran pantalla en muchas ocasiones nos pueden dar ideas para sorprender a las personas a las que amamos.
También del celuloide se pueden extraer conversaciones que hagan que se le derrita el corazón a una persona, como la que Billy Crystal protagoniza cuando se declara a Meg Ryan al final de Cuando Harry encontró a Sally: «Adoro que sientas frío cuando hay 22 grados fuera. Adoro cómo te lleva una hora y media prepararte un sándwich. Adoro que se te frunza la frente cuando me miras como si estuviese loco. Adoro después de pasar el día contigo que aún huela tu perfume en mí».
Si lo que buscas son palabras para declararte el Día de los Enamorados puedes inspirarte en las que Tobey Maguire le dice a Kirsten Dunst en Spiderman: «Lo maravilloso es que cuando la miras a los ojos y ella te devuelve la mirada sientes cosas muy extrañas, porque te sientes más fuerte y más débil al mismo tiempo; te sientes emocionado y, al mismo tiempo, aterrorizado. La verdad es que uno no sabe qué siente, pero tiene claro qué clase de hombre quiere ser. Es como si se hubiera alcanzado lo inalcanzable y te pillara por sorpresa».