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Agroalimentación: un pilar clave en la economía local

D.O. Oli de Mallorca, Vermut Gaviota Mariola, Miquel Calent, Formatgeria Son Jover, Forn des Pla de na Tesa, Pastisseria Pomar y Bodega Oliver Moragues fueron los premiados de la caterogía Promoció agroalimentaria

Foto de grupo de todos los ganadores de la categoría Promoció Agroalimentaria. | M. À. Cañellas - M.A. Cañellas

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Los comercios agroalimentarios de Mallorca son pilares esenciales de la economía local y de la vida cotidiana de sus habitantes. Con una rica tradición agrícola, la Isla destaca por la calidad y diversidad de sus productos, lo que la convierte en un referente no solo en la actividad económica, sino también en la cultura gastronómica. En este contexto, los Premis Gastronòmics Mallorca han puesto en valor este sector, premiando a siete destacados ganadores en la categoría de Promoción Agroalimentaria.

Tiffany Blackman y Joan Mayor de D.O. Oli de Mallorca recogieron el premio de manos de Llorenç Galmés, presidente del Consell de Mallorca; Guadalupe Ferrer, regidora de Comerç de l’Ajuntament de Palma; y César Amable, presidente de PIMEM Restauració.

El Premi Millor Mecenatge i Patrocini fue otorgado a D.O. Oli de Mallorca. Joan Mayol, presidente de la Denominación de Origen, destacó la importancia de iniciativas como los Premis Gastronòmics Mallorca, que resaltan la gastronomía de la Isla y la calidad de sus productos locales. «Promover nuestra gastronomía no solo valora la cultura culinaria de Mallorca, sino que también asegura el uso sostenible de nuestro territorio, reflejo de la sabiduría popular que ha dado forma a nuestro sistema agroalimentario», afirmó Mayol. Además, subrayó que «el reconocimiento al Consejo Regulador es motivo de satisfacción, ya que demuestra que estamos en el buen camino en la protección de los Aceites de Oliva Virgen Extra de calidad de Mallorca». Este reconocimiento también es un homenaje a los más de 600 olivicultores y 25 envasadores que comercializan los AOVE de las 15 almazaras amparadas por la DO Oli de Mallorca.

Alberto Torrens y Alejandro Palomino de Vermut Gaviota Mariola.

Vermut Gaviota Mariola recibió el Premi Nova Iniciativa d’Empresa. Albert Torrens resaltó la importancia de los premios en el sector gastronómico mallorquín, afirmando que «promover nuestra cultura gastronómica es esencial, ya que forma parte de nuestra identidad». Respecto al premio, Torrens sostenía que: «Este reconocimiento pone en valor nuestra apuesta por innovar respetando nuestras raíces mallorquinas. Nuestra receta, inspirada en botánicos mediterráneos y la identidad del archipiélago, fusiona tradición con una visión moderna. Es una gran motivación para seguir creando productos auténticos que lleven la esencia de nuestra tierra al mundo».

Los hermanos Maties y Jaume Miralles del Forn des Pla de na Tesa.

Forn des Pla de na Tesa fue galardonado con el Premi Millor Forn. Los hermanos Maties y Jaume Miralles, propietarios, expresaron su valoración sobre los Premis Gastronòmics, destacando que «es una excelente iniciativa para impulsar la cultura local y reconocer el esfuerzo de las personas y negocios premiados». Sobre la promoción de la cultura gastronómica, señalaron que «la globalización nos expone a muchas tendencias que, en ocasiones, eclipsan recetas y productos tradicionales, poniendo en riesgo algunas de ellas provocando que desaparezcan con el tiempo». Mencionaron, como ejemplo, «la posible sustitución de los panellets por golosinas industriales». Aunque no se oponen a las nuevas corrientes, subrayaron que «es esencial preservar y promover una buena gastronomía». En cuanto al premio obtenido, admitieron: «No creemos ser los mejores, ya que ese es un concepto muy subjetivo». Sin embargo, aseguraron que «llevamos muchos años luchando en este sector, esforzándonos por hacer las cosas bien y reconectar con nuestros orígenes». A lo largo de sus 125 años de historia, reconocen que «en algunos momentos la producción y el rendimiento primaron sobre la calidad», pero enfatizaban también que «el camino que queremos seguir, y del que aún queda mucho por recorrer, es el de aprender y mejorar cada día: en el producto, en las condiciones laborales del personal y en el trato con los clientes».

Cati Pomar y Fátima Pomar de Pastisseria Pomar.

El Premi Millor Pastisseria fue para Pastiseria Pomar. Maties Pomar, hijo del propietario Francesc Pomar, expresó su felicidad por recibir el galardón señalando que «es un reconocimiento al trabajo bien hecho a lo largo de estos 122 años de oficio. Asimismo, el verdadero impulsor de que las Pastisseries Pomar sean merecedoras de este premio es nuestro padre, quien aún puede saborear la satisfacción de recibirlo. Además, es un impulso para nuestras futuras generaciones, ya que les dará fuerzas para seguir adelante en un oficio tan enriquecedor y satisfactorio, aunque también exigente». En cuanto a la promoción de la cultura gastronómica, Pomar afirmaba: «Tras el impacto de la multiculturalidad que viven las Islas, es urgente fomentar nuestros productos. Aunque haya espacio para recetas de fuera, debemos concentrar nuestros esfuerzos en resaltar el producto mallorquín de buena calidad, como el gató, que solo es excepcional si la almendra utilizada es mallorquina».

Carlos Cabeza y Biel Oliver, de Bodega Oliver Moragues recogiendo el premio de manos de Llorenç Galmés, César Amable y Guadalupe Ferrer.

En Mallorca, donde la tradición vinícola y la excelencia culinaria se unen, la Bodega Oliver Moragues se alzó con el Premi Millor Vi o Bodega. En cuanto a la influencia de estos premios en el sector gastronómico mallorquín, Carlos Cabeza, enólogo de la bodega, afirmaba que: «es un acontecimiento imprescindible porque reconoce y pone en valor el trabajo de muchas personas del sector con una inspiración común: la pasión por la cultura gastronómica, y en nuestro caso, vitivinícola, de Mallorca». Además, exponía que «como viticultores de familia vinculada a la tierra, la viña y el vino desde hace siglos, este reconocimiento a la bodega Oliver Moragues es un honor enorme. Asimismo, es un espaldarazo a nuestro proyecto que se basa en la recuperación de las variedades ancestrales en una de las possessions más antiguas de Mallorca».

El chef Miquel Calent alzando su premio.

Por su parte, Miquel Calent recibió el Premi Divulgació y Promoció de la gastronomia Mallorquina. Calent enfatizó que: «todos los premios tienen su relevancia, especialmente cuando son otorgados por personas del sector. Estoy muy agradecido, ya que este galardón es el resultado de años de dedicación a la promoción de la cocina mallorquina». Además, destacó la importancia de los productores, pescadores, agricultores y todos aquellos agentes del sector primario y secundario que se dedican a la elaboración de productos agroalimentarios, afirmando que este premio es un reconocimiento que merecen. Asimismo, Calent destacó la importancia de promocionar la cultura gastronómica en la actualidad, afirmando que «la cocina es uno de los valores fundamentales de nuestra sociedad y una parte esencial de nuestra cultura. Al promocionar esta gastronomía distintiva, se puede aumentar la atracción hacia la región y poner de manifiesto la riqueza cultural y gastronómica que poseemos, la cual resulta apasionante».

Antoni Seguí y Margalida Seguí de Formatgeria Son Jover.

Son Jover Formatgeria se hizo con el Premi Millor Producte local i Proximitat. Respecto a la importancia del premio, Margalida Seguí subraya el valor que se le debe otorgar al sector primario. «Sin nosotros y nuestros compañeros, los agricultores y ganaderos, no habría gastronomía». Para Seguí, la cocina mallorquina se encuentra en un momento de valorización. «Aunque en algunas familias se ha perdido la tradición gastronómica, ya sea por la diversidad de orígenes de sus integrantes o por otros factores, hay un creciente interés por preservar y celebrar esta herencia culinaria, considerando su estacionalidad y tradición», concluyó.

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