Con la llegada del verano, son muchos los que aprovechan y se van unos días a otro lugar para relajarse, olvidarse de las preocupaciones y recargar las pilas. Sin embargo, son otros tantos los que, por falta de presupuesto o por circunstancias personales, no lo van a hacer.
No obstante, eso no impide el hacer de nuestro hogar un lugar en el que evadirnos del estrés diario. Concretamente nuestro dormitorio, individual o compartido, es uno de los baluartes de nuestra intimidad, nuestro castillo propio. Por eso, es importante crear un espacio acogedor y agradable en el que sentirnos totalmente a gusto. ¿Cómo lo hacemos?
Pintar las paredes con un color que nos relaje
Dicen que para gustos los colores, pero a la hora de elegir una tonalidad para preparar nuestra zona de descanso es importante que, además de nuestras preferencias cromáticas, entren en juego otros elementos como la intensidad. Los tonos suaves y pasteles ayudan a relajarnos, así que por muy fan que seas del amarillo fosforito o del rosa chicle, tal vez sea mejor que elijas otros tonos más delicados. Te ayudará a dormir mejor.
Elegir un buen colchón
Si queremos descansar, necesitamos una buena cama. Parece obvio, pero no siempre le dedicamos el tiempo y el dinero suficiente a este elemento clave de nuestro dormitorio. Un buen colchón nos asegura un descanso de calidad. Lo mejor es que antes de decantarte por uno u otro tipo, los pruebes. Y es que cada espalda es diferente, por lo que lo que funciona para unos no tiene por qué hacerlo para otros. Al tumbarte boca arriba y con las piernas estiradas, comprueba el estado de tu columna. Si esta forma un arco, el colchón no es el adecuado.
Plantas que crean bienestar
Aunque durante mucho tiempo se ha dicho que no era recomendable tener plantas en el dormitorio, lo cierto es que se trata de una creencia falsa, puesto que las plantas son unas estupendas compañeras de habitación. Es cierto que por las noches respiran igual que nosotros, pero de ahí a que nos dejen sin oxígeno va un trecho. Al contrario, durante el resto del día limpian la atmósfera, oxigenándola, absorbiendo gases contaminantes y reduciendo los ruidos. Además las plantas transmiten tranquilidad y alegría y consiguen crear ambientes más agradables y acogedores.
La importancia de las luces
Aunque la mayoría del tiempo que pasamos en nuestro dormitorio lo hacemos con los ojos cerrados, lo cierto es que la luz es un elemento fundamental para asegurarnos el descanso y la tranquilidad. Olvídate de las luces blancas y busca siempre bombillas de tonos cálidos, que serán más relajantes y agradables. Además, recuerda que en el dormitorio existen diversas áreas con funciones y necesidades distintas: la zona del vestidor, la luz de la mesilla o la general. Cada una requiere un tipo concreto de luminaria, así que tenlo en cuenta antes de decidirte por una u otra.
En definitiva, ten en cuenta estos aspectos prácticos a la hora de diseñar tu dormitorio, pero no olvides lo más importante: dar tu toque personal, hacerlo tuyo. Solo así conseguirás sentirte de verdad a gusto, crear el lugar perfecto para descansar de lujo estas vacaciones.
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