El curso escolar ha terminado para dar la bienvenida al verano; las rutinas, las obligaciones, los horarios,... quedarán aparcados durante unos meses para aprovechar del buen tiempo, la playa, los paseos, las comidas o cenas y, en definitiva, para disfrutar del verano. Y si los adultos incrementan su vida social y sus encuentros, los niños no se quedan atrás; con su tiempo libre triplicado son numerosas las actividades que se organizan con ellos. Así que ¡fuera uniformes!
Lo más importante es estar cómodos, la actividad no cesa en ellos, así que prendas cómodas, flexibles y frescas, son imprescindibles en el armario de los niños. Los más pequeños se pasan el día experimentando, por lo que es recomendable escoger tejidos resistentes y, a la vez, flexibles para que se adapten perfectamente a sus necesidades.
Mucho calor
Son desinhibidos, no tienen vergüenza y disponen de más libertad para lucir prendas más atrevidas y colores más llamativos. Por eso, aunque los colores más punteros del 2016 son el rosa cuarzo y el azul sereno, encontraremos una amplia gama de colores y tonalidades para ellos, incluido el metalizado, tan a la última en las prendas de los adultos.
En los últimos años la moda infantil está siguiendo la misma tendencia que la joven, y es que cada vez se equilibra más la distancia entre la moda infantil y la de los adultos. En este sentido, existen firmas que cada vez están apostando más por la tendencia Mini-me, con la que los niños y niñas visten exactamente igual que sus padres y madres, respectivamente.
En cuanto al calzado, los zapatos de los 'peques' también están siguiendo las mismas tendencias que las de los adultos: plataformas, zuecos y deportivas de vestir con colores metalizados y/o estampados florales.