La cocinera y profesora Margalida Alemany participa por primera vez en la promoción Oli de Mallorca D.O., que permite a los lectores ganar premios enviando recetas que contengan dicho producto.
La que en 1997 recibiera el Premi Ramon Llull en reconocimiento a su trayectoria gastronómica no ha dudado en afirmar que el Oli de Mallorca es un producto de calidad. Además, ha hablado acerca de la importancia de la gastronomía de la Isla.
—¿Qué opina del Oli de Mallorca Denominación de Origen?
—Lo encuentro fenomenal. Es el mejor para mi, nuestro aceite es el número uno. Es saludable, es sano y tiene buena calidad.
—Usted busca recuperar la comida tradicional mallorquina, ¿el Oli encaja en este tipo de platos?
—Sí, perfectamente. Aunque es muy importante comerlo bien, no abusar. Por ejemplo un pamboli lleno de aceite no es bueno, hay que poner las cantidades que tocan.
—¿A qué se debe este interés por la comida ‘de aquí’?
—Creo que tenemos muy buenos productos, aunque pocos debido a que dependemos del mar y de la tierra. Nuestros antepasados se basaron en unos pocos productos, que a día de hoy seguimos utilizando. En verano empleamos berenjena, calabacín, patata y tomate. En cambio, en invierno recurrimos más a verduras como acelgas para hacer nuestras sopas típicas. Son productos ricos en calidad y en sabor. Me gusta lo tradicional, pero ahora está entrando la fusión, que es lo que le faltaba a nuestra comida.
—¿Qué es lo que más valora usted del Oli de Mallorca?
—La calidad y el sabor. En Mallorca hay olis con distintos sabores, pero la aceituna que utilizan no tiene comparación con la de la Península. Se trata de un sabor diferente, más amargo. Es imprescindible. Hay que emplear mucho el Oli de Mallorca, para postres y todo tipo de platos.
—¿Qué diferencias considera que tiene el Oli respecto al aceite común?
—Tiene un color dorado y una textura diferente. Se dice que es más caro, pero hay que tener en cuenta que se fabrica menos cantidad. Además de tener una gran calidad, ya que tiene una acidez única.
—¿Qué opina sobre la iniciativa del Grup Serra de que los lectores puedan enviar sus propias recetas?
—Me parece muy bien, estoy encantada ya que con el Oli de Mallorca se pueden hacer una gran cantidad de recetas.
—Actualmente se encuentra trabajando en el programa de IB3 Cuina i Guanya. ¿Cómo está siendo la experiencia?
—Muy buena, me encanta. Me parece muy interesante que la gente participe. Se trata de gente que no había cocinado nunca y es impresionante ver cómo afrontan los retos, cómo compiten. Estoy súper contenta. Pienso que pueden salir grandes cocineros, seguro que habrá otra edición.
—Usted no solo se dedica a cocinar ya que también da clases de esta disciplina. ¿Qué es lo que más valora de la docencia?
—El interés y la capacidad que tienen los alumnos, me encanta. También he estado dando clases en Cáritas en un voluntariado, les enseñamos lo básico y algunos han logrado puestos de trabajo.
—Después de trabajar con Arzak o en Can Tápara, ¿cuáles son los proyectos que afronta a corto plazo?
—Me gustaría escribir otro libro y hacer algo de cocina para la gente enfocado en nuestra tierra.