Organizar una boda no es tarea fácil, más aún cuando se quiere celebrar por todo lo alto. Hay que buscar y dejarse asesorar. Dar el paso del "sí quiero" es difícil, pero una vez dado se abre una nueva lista de decisiones a tomar: fiesta íntima o multitudinaria, en la ciudad o en el campo, austera o suntuosa, en una finca o en un hotel, los regalos de pedida... Sea cual sea la decisión, los cálculos son imprescindibles y, aunque el total puede alcanzar cifras muy dispares, una boda media puede costar alrededor de 20.000 euros.
El banquete
Sin duda alguna, el mayor gasto de la boda es el del banquete. Un buen menú y la barra libre, que es lo que reclaman los invitados, lo normal es que pase de los 100 euros por persona, independientemente del tipo de cocina. Por tanto, en una boda para 150 invitados (pues la mayoría oscila entre los 100-200 comensales) el banquete costará de 10.000 a 15.000 euros.
El vestido de novia
El segundo gran desembolso es el vestido de la novia, que difícilmente podrá lucir un buen modelo por menos de 1.000 euros. Lo normal es que un vestido de una firma conocida ronde los 3.000 €, pero si se trata de un traje de alta costura, ascenderá hasta los 6.000. A esto hay que sumarle los zapatos y el ramo; esta partida está entre 350 y 800 euros. Además, aunque es habitual lucir una que pertenece a la familia, en muchas ocasiones la novia prefiere estrenar sus propias joyas.
El traje del novio
El traje del novio con la corbata y la camisa costará entre 450 y 1.200 euros dependiendo de la calidad y el diseño, mucho más barato resulta alquilar un chaqué que con chaleco y corbata costará 75 euros.
Un capítulo que no se puede descuidar es el peinado y el maquillaje: entre 180 y 600 euros; dependiendo del estilista y si lo realizan en el salón o se desplazan al domicilio.
La decoración
Otro elemento clave en toda celebración. La decoración de la iglesia es como el marco de presentación de los novios y las opciones resultan innumerables. Dependiendo del tipo de flores y de la floristería, el presupuesto puede oscilar entre los 300 y los 500 euros.
En los últimos tiempos muchas familias parecen haber perdido el sentido común para entrar en una vorágine consumista en la que pueden quedar empeñados durante años por culpa de la boda. Lo más adecuado es pensar de antemano en la cantidad que están dispuestos a gastar y ajustar el presupuesto a la misma.
Lo importante es actuar con sentido común y con la seguridad de que, pase lo que pase, ese día se recordará como uno de los más felices de la vida.