Judith Mestres es la fundadora y directora de Talens DO, una consultoría destinada al desarrollo de las personas, los equipos y las organizaciones, y orientada a metodologías innovadoras y de gamificación, para desarrollar su talento y su máximo potencial. A su vez Mestres, forma parte del equipo de profesionales encargados de mentorizar a los finalistas de Connect’Up 2020, y repite como segundo año como formadora y como miembro del jurado, encargado de seleccionar los modelos de negocio finalistas.
¿Cuáles son los principales objetivos de la formación que ha impartido a la categoría Grow?
—Aprender nuevos modelos de innovación, de colaboración y de resolución de retos (problem solving). Por otro lado, con esta formación se pretende estimular la creatividad, el trabajo en equipo y la innovación.
¿En qué consiste el modelo ‘hackathon’?
—El término hackathon es una palabra compuesta, una fusión de hacking y marathon. Si bien es cierto que los hackathones han nacido en el entorno del desarrollo de software, en los últimos años se han ido aplicando en todo tipo de eventos dada su gran utilidad. El hackathon se ha diseñado con dinámicas basadas en la Inteligencia Colectiva y el design thinking, para desarrollar la empatía y entender bien cuál es el problema o reto a resolver y utilizar la inteligencia del grupo. Un hackathon es una experiencia colectiva para lograr una meta en común
¿Qué se consigue aplicando el reto ‘hackathon’?
—La propuesta del hackathon para esta edición sirve para que los participantes conozcan metodologías y herramientas para poder utilizar en sus organizaciones, con el objetivo de sistematizar la innovación. Además, participar en un hackathon permite el desarrollo de habilidades soft como son la creatividad, la innovación, poner foco en la resolución de problemas, la comunicación, el trabajo en equipo, la colaboración o inteligencia colectiva. Considero que estas son habilidades fundamentales y las empresas deben apostar por la formación y desarrollo de sus empleados en estas habilidades.
La transformación innovadora de las compañías requiere personas, tecnología y gestión. ¿Qué elemento consideras el más importante?
—Claramente las personas. El mayor capital que posee una empresa son las personas que la forman. Y si bien es verdad que la tecnología y la gestión son clave, hay que formar y acompañar a las personas en la gestión y en la transformación digital, para superar las resistencias al cambio y para que se adapten al momento actual de cambios acelerados tanto en la manera de trabajar (cada vez más en remoto) como en la manera en que nos organizamos. Y es que la transformación digital, es un cambio cultural más que tecnológico, y esto requiere poner el foco en las personas y en los valores de la organización.
Como formadora y miembro del jurado de Connect’Up 2020 ¿qué espera de los proyectos ganadores de esta tercera edición?
—Siempre he dicho que Connect’Up es un gran programa que ofrece una gran oportunidad a las empresas y a los emprendedores para desarrollar tanto su proyecto como para desarrollar a las personas que lo forman. Es una oportunidad para crecer en todos los sentidos, que además permite conectar con una gran red de profesionales. Para las empresas, esto ya es un premio, y conseguir la viabilidad de su proyecto sería la guinda del pastel.
Tras años de experiencia ¿cuáles son los errores más comunes a la hora de poner en marcha un proyecto de innovación?
—La innovación se alimenta de problemas, necesidades, aspiraciones, deseos… que logramos ver y afrontar de una forma diferente y original. Para ello es importante enfocar la innovación desde un prisma sistemático, con protocolos, que se nutra de las aportaciones de un colectivo, que permita analizar y entender bien el problema o la necesidad que se intenta resolver, y desde aquí es donde se abre el espacio para idear y donde pueden aparecer los insights. El error más común es no enfocar la innovación de una manera sistemática.