Cocina con carácter propio y fuerte base mediterránea, aunque sin ningún tipo de atadura a la hora de incorporar todo tipo de producto, en busca de contrastes y toques diferenciados.
Destaca Adrián lo afortunados que somos con la enorme y rica despensa que tenemos en la Isla, la califica de impresionante. En su predilección por determinado producto destaca la gamba roja, ¡la amo! declara. Es un entusiasta de la casquería y su amplitud de posibilidades culinarias.
En los últimos diez años la evolución de la cocina de Adrián es palpable, su madurez profesional repercute directamente en sus platos, libertad creativa e identidad propia en la línea de tener un estilo personal. No niega la influencia de Marc Fosh, con el que trabajó varios años, a la vez que a Marc le influyó sus inicios con Martín Berasategui.
Hijo de padre mallorquín emigrado a Buenos Aires, donde nace, y a los dieciséis años emprende el regreso a Mallorca. Su interés por la cocina no es precoz, con 22 años marcha a Francia donde comienza su formación, dos años en Londres junto a Marco Pierre White para regresar a Mallorca, durante seis años como mano derecha de Marc Fosh en el Reed’s. Entonces surge Moscú, eran años donde la efervescencia económica comenzaba a brillar, mucho dinero y alegría. Al año de estar al frente del lujoso Cipollino, lo premian como mejor restaurante de la capital, su cocina llega a lo más alto.
Con dos restaurantes abiertos en Moscú, en 2015 regresa a Mallorca, con la familia. Abre un elegante bistró en el resurgido Passeig Mallorca donde desde el inicio propone dos menú degustación, uno a mediodía y otro diferente para las cenas. El inicio es duro hasta encontrar el camino y la aceptación de la clientela. En 2017, cuando la velocidad de crucero es elevada, le dan una estrella Michelin, totalmente inesperada para él. «Nunca trabajamos buscando una estrella», comenta Adrián. La guía roja ha evolucionado con los tiempos que corren. Paralelamente la asociación de periodistas gastronómicos le premia como cocinero revelación en Mallorca. En Moscú le galardonan como cocinero del año. ¡2017 un año para recordar!.
Reconoce la importancia de tener un magnífico y consolidado equipo: como jefe de cocina Mikhail Dunaev y en la sala Diego Plata. La lucha es constante para mantener el nivel, a base de perfeccionar con pequeños detalles. En cuanto a las propuestas gastronómicas, a mediodía ofrece un menú de cinco pasos que cambia cada dos semanas, y para la cena otro diferente de siete pasos que modifica mensualmente.
A Adrián se le ve a menudo por Dmenú, tanto en la cocina como en la sala, el local que abrió pocos meses antes de la pandemia, en la Porta de Sant Antoni, ocupa el local de un bar legendario en Palma: Can Salat. Propone un menú de mediodía muy interesante, y precio contenido. Como persona inquieta no descarta nuevos proyectos, alguno de ellos a varios miles de kilómetros de la Isla.
El menú que podrán disfrutar en esta especial promoción de Ultima Hora es un recorrido fiel por la cocina de Adrián Quetglas, entrecruzando productos para conseguir sabores que no dejan indiferente, conservando el Mediterráneo como referente y producto local.