El tenista serbio Novak Djokovic ha sido detenido nuevamente en Melbourne tras reunirse con funcionarios de inmigración de Australia, un día después de que las autoridades del país le cancelaran por segunda vez su visado por razones sanitarias y del orden público. Tras esa reunión, que comenzó este viernes en un lugar que no se hizo público para evitar el «circo mediático», el serbio de 34 años ha sido detenido por las autoridades migratorias, aunque no podrá ser deportado hasta que se resuelva judicialmente el caso.
Djokovic podrá reunirse con sus abogados bajo la supervisión de dos agentes de aduanas este sábado, jornada en la que- según fuentes judiciales- se ha programado a las 10:15 hora local (25:15 gmt del viernes) una vista en el Tribunal Federal de Australia. Este viernes, en una vista de emergencia tras conocerse la nueva cancelación del visado de Djokovic, el juez Anthony Kelly del Tribunal del Circuito Federal, informó que el caso será transferido al Tribunal Federal de Australia, que es una instancia superior. Se espera que el proceso acabe antes del inicio del Abierto de Australia, que se celebra entre el 17 y el 30 de enero en la ciudad de Melbourne y en la que Djokovic espera obtener su décimo título y convertirse en el tenista más laureado de la historia con 21 Grand Slams.
Tras varios días estudiando el caso, el ministro de Inmigración, Alex Hawke, decidió al final de la tarde del viernes volver a cancelar el visado de Djokovic con la intención de expulsarlo del país, lo que también podría implicar la prohibición de volver durante tres años a Australia. «Hoy he ejercido mi poder bajo la sección 133C(3) de la Ley de Inmigración para cancelar el visado del Sr. Novak Djokovic basado en razones sanitarias y del mantenimiento del orden por ser de interés público», señaló el ministro en un escueto comunicado al remarcar que sopesó «cuidadosamente» la información proporcionada por las partes. Djokovic viajó el 5 de enero a Melbourne desde España con una exención médica para no estar vacunado, al haber estado contagiado de la covid-19 recientemente, aunque a su llegada las autoridades de Inmigración le cancelaron el visado y lo detuvieron. El pasado lunes, un tribunal presidido también por el juez Kelly ordenó la liberación del tenista tras entender que no se le había tratado con «equidad».
El miércoles pasado, Djokovic admitió que sus representantes cometieron «errores humanos» en su declaración para entrar a Australia, ya que se indicó que no había viajado en los últimos 14 días previos, pero lo cierto es que se había desplazado de Serbia a España. Además, reconoció un «error de juicio» tras haber acudido a una entrevista con el medio francés L'Equipe el 18 de diciembre en Belgrado, a pesar de saber que tenía la covid-19.