El tenista español Rafa Nadal ha sucumbido este viernes en las semifinales del torneo de Doha, competición de categoría ATP 250 que abre el circuito mundial, tras perder ante el francés Gael Monfils (6-3, 6-4), que se disputará el título ante su compatriota Jo-Wilfried Tsonga.
Después de superar sus tres primeros choques e ir encontrándose mejor, el número dos del mundo no pudo con el galo, inspirado y con su mejor tenis, y que logró su segunda victoria ante el manacorí, que tuvo sus opciones en el segundo set, cuando fue con 'break' arriba, antes de ser víctima de la reacción del francés.
La fase de tanteo concluyó con cuatro juegos tranquilos (2-2), antes de que Monfils se lanzara a la yugular de su rival en la primera bola de 'break' del partido, que convirtió con un paralelo soberbio. Este pequeño resquicio le bastó al francés para abrir la grieta y apuntarse el set exhibiendo solidez al servicio.
Con diez golpes ganadores, Monfils cerró el set tras 43 minutos, encadenando una volea afortunada con un 'ace' que hizo justicia a lo mostrado por ambos jugadores, ya que Nadal no pudo inquietar al resto -ninguna bola de 'break'- ni tampoco encontró ritmo al saque -ningún 'ace'-.
El primer cabeza de serie reaccionó al inicio de la segunda manga, avasallando a su adversario y mostrándose agresivo por primera vez en el encuentro, pero su ventaja inicial (3-0), que presumía un tercer set, no se confirmó. Con un cruzado inapelable, Monfils le devolvió el 'break' (3-4) y Nadal tuvo oportunidad de una nueva rotura, pero ahí murió su última esperanza.
Tras salvar la comprometida situación, el francés soltó definitivamente su derecha y desplegó su mejor repertorio en el momento decisivo, clave para endorsarle a Nadal un juego en blanco al resto (5-4). El balear encontró fuerzas para levantar dos bolas de partido, pero ya no pudo con la tercera y quedó eliminado.
Monfils disputará una final netamente francesa frente a su compatriota Jo-Wilfried Tsonga, que afronta el choque más fresco ya que ni siquiera tuvo que vestirse de corto en semifinales. Su rival, Roger Federer, optó por la retirada al sentir unas molestias de espalda que, sin ser importantes, ponían en peligro su preparación de cara al Abierto de Australia.