El selecto club de ganadores del Grand Slam ha abierto sus puertas para recibir a Rafael Nadal, que ha encontrado acomodo en la eternidad con su triunfo en Nueva York. El Olimpo de la raqueta ha elevado a siete una lista de integrantes en la que el tenista manacorí ha ingresado después de añadir el US Open a los cinco Roland Garros, dos Wimbledon y un Open de Australia que ya lucían en su tarjeta de presentación. La ciudad que nunca duerme ha cumplido otro sueño del número uno del mundo, que ha reinado en la capital del mundo para gobernar el planeta tenis y convertirse en un mito.
El mallorquín ha completado el círculo y su hegemonía se puede seguir extendiendo gracias a su capacidad de superación y su juventud. No sólo se ha equiparado con los más grandes del deporte de la raqueta, sino que ha dejado atrás a multitud de jugadores que figuran en el inventario de ídolos de la gran mayoría de los aficionados.
Sólo Donald Budge fue capaz de coleccionar los cuatro éxitos a una edad más temprana que Rafael Nadal, ya que el jugador estadounidense consiguió completar su palmarés en 1938 con sólo 22 años, dos menos de los que señala el DNI del flamante campeón en Flushing Meadows. El mallorquín es el más joven en acumular los cuatro grandes en la Era Open y un tenista que ha acreditado unas excelentes prestaciones para rendir con regularidad y versatilidad.
El Grand Slam consiste en lograr los cuatro grandes en una misma temporada, algo que sólo lograron en el tenis masculino el estadounidense Donald Budge en 1938 y el australiano Rod Laver, que lo consiguió en los años 1962 y 1969. No obstante, también se reconoce como poseedores del Grand Slam de carrera a los tenistas que consiguieron alzarse con los cuatro grandes a lo largo de su trayectoria profesional. Fred Perry inauguró en 1935 una nómina de leyendas en la que le sucedieron Donald Budge (1938), Rod Laver (1962), Roy Emerson (1964), Andre Agassi (1999) y Roger Federer (2009).
La dificultad de estar al máximo nivel en las mejores citas del calendario en una mista temporada queda patente cuando se puede comprobar que ningún tenista ha conseguido ganar las cuatro el mismo año en la Era Open. De hecho sólo Pete Sampras, Roger Federer y Rafael Nadal se han apuntado tres grandes de forma consecutiva.
El éxito en Melbourne, París, Londres y Nueva York también deja constancia del dominio de todas las superficies y la capacidad para adaptarse a las exigencias técnicas, tácticas y físicas de los mejores escenarios del planeta tenis. Jugadores como Pete Sampras, Jimmy Connors, Ivan Lendl, Borg o McEnroe marcaron la historia moderna de este deporte, pero no consiguieron completar sus vitrinas al fallar en alguna de las grandes citas.
'Golden Slam'
Nadal se distingue del resto de estrellas que triunfaron en todos los majors por haber sido capaz de colgarse el oro olímpico. El actual número uno del mundo, que también cuenta en su palmarés con dos victorias en la Copa Davis, subió a lo más alto del podio en la Olimpiada de Pekín, un hito denominado 'Gold Slam al que sólo tuvo acceso el estadounidense Andre Agassi, que también añadió el oro olímpico a sus los cuatro grandes
El mérito de Nadal, que también cuenta con tres Ensaladeras de la Copa Davis, se multiplica teniendo en cuenta que salvo en tres de las once finales tuvo que superar a Federer para hacerse con los trofeos más preciados. Mariano Puerta en Roland Garros en 2005, Thomas Berdych en Wimbledon este año y Novak Djokovic en el US Open han sido los adversarios del balear en las finales en las que no ha tenido a Federer al otro lado de la red
El manacorí tiene, además, el récord de Masters 1000, los torneos que siguen en importancia a los grandes. El balear ha cosechado 18 y ve por el retrovisor los 17 de Agassi y Federer. Sin duda, un palmarés que va camino de batir todos los récords.