El tenista español Rafael Nadal, ganador de las últimas cinco ediciones del Trofeo Conde de Godó, confirmó ayer que renuncia a defender el título con el objetivo de aligerar un poco su calendario y llegar en plena forma a Roland Garros.
«Siento mucho no jugar en Barcelona, más que en ningún otro torneo, pero este año, tras la victoria en Montecarlo, mi cuerpo me pide descansar», ha explicado en una comunicado.
Nadal, número tres del ránking de la ATP, descansará esta semana para poder afrontar en óptimas condiciones el Masters 1.000 de Roma, donde también defiende título.
El mallorquín, por tanto, no podrá encadenar su sexto Godó consecutivo y deja el cuadro del torneo barcelonés, donde ha ganado sus últimos 25 partidos, huérfano de su gran estrella.
Rafael Nadal, que hace tiempo que arrastra una tendinitis en ambas rodillas, ha culpado de su renuncia al calendario de la ATP, que considera «mal estructurado», en concreto «esta parte de la temporada de tierra batida». Por eso, añade, «no jugar en Barcelona es consecuencia de esto».
El cuatro veces campeón de Roland Garros, que mañana dará una rueda de prensa en el RCT Barcelona-1899 para abundar en los motivos de su renuncia, preparará su reconquista del Gran Slam parisino con los torneos de Roma y Madrid, a los que no puede renunciar a menos que tenga una lesión.
Para Albert Costa, director del Godó, la baja de Nadal es «una pena», pero insiste en que el torneo «no ha hecho más que empezar» y que los espectadores aún podrán ver «partidos realmente interesantes».
Además de la de Nadal, el torneo ha anunciado hoy otras dos bajas, ambas por lesión: la del argentino David Nalbandian y la del checo Tomas Berdych.
Estas tres ausencias se suman a las ya anunciadas de otros dos 'top-ten', el argentino Martín del Potro y el ruso Nikolay Davydenko, quienes también debían jugar en Barcelona pero que no se han recuperado a tiempo de sus respectivas lesiones.