El español Rafael Nadal se mostró más humano que nunca tras ganar por sexto año consecutivo el Masters 1000 de Montecarlo, y admitió que llevaba esperando un triunfo como este desde hacía mucho tiempo.
«La emoción es normal», dijo Nadal al aclarar a TVE por qué se había revolcado en la pista tras el último triunfo y lloró después en su banquillo, tapándose el rostro con una toalla. «Llevaba así mucho tiempo, con muchas ganas de ganar así», comentó. «Estaba emocionado de haber ganado porque en algún momento he pasado algo de nervios».
«Creo que he jugado a un nivel alto, pero llevaba así desde el principio de año y en los últimos torneos que había disputado», recordó el balear al referirse a las semifinales alcanzadas en Indian Wells y Miami, en la gira americana sobre pista dura.
«Tuve opciones de ganar allí, y al final son golpes que te vas llevando», reconoció el de Manacor, quien siempre ha dejado claro que Montecarlo es algo especial para él. «Este es mi torneo favorito y ganarlo es muy emocionante», señaló.
Ante lo que le espera, defensa del título en Barcelona, a partir de mañana lunes, y Roma después, la final en Madrid, y su presencia por primera vez en Niza antes de Roland Garros, Nadal dejó claro que no se siente mejor jugador que antes.
«Creo que lo soy pero no por serlo vas a ganar más», advirtió. «Tengo mucha ilusión por ganar, las cosas han salido bien, el nivel ha sido muy alto en tierra, y ahora lo que hay que esperar es que se mantenga el máximo tiempo posible».
Respecto al partido Nadal dijo que el único momento en el que sintió que podía cambiar fue en el sexto juego del segundo set. «Con 4-1, aunque lo tenía controlado, Fernando tuvo varios puntos de rotura, pero cuando superé esos momentos de nervios me tranquilicé. Fernando tiene un gran potencial, un gran saque y derecha, y te puede descolocar, pero yo he estado muy atento en todo momento para que eso no pasara», expresó.
«Todo lo que puedo decir es agradecer a Fernando, y no siento que haya tenido este día», bromeó en la entrega de trofeos, «pero tú jugaste muy bien durante toda la semana», dijo.
«En los últimos ocho años, aquí me siento como en casa y ganar aquí después de tanto tiempo es algo increíble. Es mi torneo favorito», dijo Nadal que guardó su última parte de discurso para los aficionados.
«Ultima cosa», dijo, «gracias a todos, para mi es increíble jugar ante vosotros y os lo agradezco».
Ahora, el campeón de Montecarlo tiene que hacer frente a otro reto, viajar a Barcelona en coche, porque el aeropuerto de Niza figura como otros tantos en Europa con problemas de salidas debido a los efectos de la nube volcánica originada hace cuatro días en Islandia. «Es un colapso», dijo Nadal, pero espero que «todos podamos llegar allí».