Real Madrid-Real Mallorca: un equipo desnortado, un Bernabéu en llamas y el ejemplo de 2009

El conjunto balear, que no suma nada en Chamartín desde hace 16 años, puede aprovechar el desconcierto blanco para acercarse a Europa

Real Madrid-Real Mallorca: un equipo desnortado, un Bernabéu en llamas y el ejemplo de 2009

Imagen del interior del estadio Santiago Bernabéu, donde el Mallorca disputa este miércoles la antepenúltima jornada del campeonato.

| Palma |

De uno de los partidos más complejos y engorrosos de la temporada, a una oportunidad para gobernar en el caos. La visita de este miércoles al Santiago Bernabéu ha ido cambiando de color para un Mallorca que, sin estar en su mejor momento, vuelve a soñar con lo imposible. El Real Madrid, ya sin apenas opciones al título tras su derrota en el Clásico, ha entrado en combustión a tres jornadas para que acabe el campeonato y el equipo de Jagoba Arrasate, que le ha planteado problemas en los dos partidos en los que se han encontrado en los últimos meses, puede aprovechar el descontento de una afición muy molesta con los resultados del último proyecto para avanzar bajo la atmósfera de un estadio que empezará a despedirse de Carlo Ancelotti, anunciado este mismo lunes como nuevo seleccionador brasileño.

A principio de temporada y con el calendario en la mano, hay una serie de derrotas que entran en el presupuesto. La del Santiago Bernabéu es una de ellas. De hecho, el Mallorca encadena entre sus muros ocho derrotas de diferente aspecto y tamaño. Ocho partidos en los que, pese a lanzarle un atrevido pulso a la lógica, ha vuelto siempre a la isla con la maleta vacía. Sin embargo, también hay ejemplos de grandes conquistas en el coliseo blanco. Vestigios de históricas goleadas, incluso. Una serie de referencias que ahora, con los de Chamartín bajo los nubarrones y agotando de la manera más dolorosa un ciclo, parecen mucho más próximas y accesibles.

El ejemplo más cercano es el del año 2009, el último en el que el Mallorca cosechó en terreno merengue. Los baleares viajaban a Madrid en la penúltima jornada y con 48 puntos a cuestas (ahora lo harán en la antepenúltima y con 47) y se enfrentaban a un rival dirigido por Juande Ramos que tras una importante racha de victorias se derrumbó por completo después de caer goleado ante su público contra el Barcelona (2-6). Una derrota que le apartó definitivamente de la pelea por la corona y le hizo descarrilar. Aquello trajo vientos de cambios y ensució mucho el entorno del cuadro blanco, que perdió ante Valencia y Villarreal antes de ser superado por el Mallorca (1-3, goles de Arango, Keita y Cléber Santana) y terminar de desintegrarse después frente a Osasuna.

Ahora resulta inevitable observar ciertos paralelismos con la situación que se vive estos días en la capital. La cuarta derrota de la temporada ante el Barça ha precipitado el adiós del Madrid a la Liga y, además de impedirle continuar sobre el trono del fútbol español, va a suponer un volantazo que ya se ha materializado con el anuncio oficial de que a Ancelotti le quedan solo tres partidos en el banquillo madridista. Los mismos que al Mallorca para apurar sus opciones de meterse en Europa más de veinte años después.

En Son Moix la temperatura tampoco es la más agradable. La segunda vuelta ha erosionado los números de la primera y se han cortado algunos de los cables que unían al equipo y la grada. Sin embargo, los de Arrasaste permanecen anclados a la novena plaza, igualados a puntos con el octavo (Rayo Vallecano, 47), y el escaparate del Bernabéu es un estímulo extra. ¿Está preparado el Mallorca para lo imposible?

Relacionado
Lo más visto