De puertas hacia dentro, todo está bien en Son Moix y en Son Bibiloni. Es el mensaje que transmite el Mallorca a cuatro partidos para que acabe la temporada, una de las más irregulares y extrañas de los últimos tiempos.
El conjunto bermellón, agarrado aún a la cornisa europea de la clasificación pero acampado bajo un denso banco de negras nubes por la imagen que ha transmitido últimamente, jugará este fin de semana el penúltimo encuentro de la temporada en Son Moix y la entidad quiere darle normalidad a lo que lleva ocurriendo desde enero, en el campo y fuera de él.
«Lo de esta temporada es para estar orgullosos», recordaba este jueves Alfonso Díaz, CEO de Negocio del Mallorca en el programa Ser Deportivos Baleares de la Cadena Ser. «El gran objetivo del club es estar siempre en Primera División. Y es la clave para seguir creciendo. A partir de ahí, tenemos que disfrutar de lo que nos viene por delante, cuatro partidos en los que nos estamos jugando entrar en Europa. Tenemos que intentar ganar al Valladolid todos, que la afición venga, que anime y que apriete. Si ganamos tenemos muchas opciones. Quién nos lo iba a decir hace unos años», decía.
Díaz mantiene que la ilusión que hay en el club por volver a Europa es máxima. «Si ocurre será algo extraordinario y para celebrar. Y si no ocurre, habremos hecho una temporada extraordinaria. No es que sea un objetivo como tal, sino algo que nos genera y nos hace mucha ilusión a todos», señalaba. «Queremos estar cada vez más arriba, pero ser sólidos y estables en Primera División», argumentaba.
Díaz no le daba importancia al hecho de que muchos futbolistas de la plantilla hayan expresado públicamente sus reivindicaciones, ya sea para pedir más protagonismo y minutos o nuevos contratos. «Es algo normal a final de temporada. Los jugadores están muy centrados en jugar y no hay ningún mal ambiente. Viajo y convivo con ellos. Y ya lo dijo Pablo (Ortells), los tiempos los fija y marca el club».
Sobre los incidentes del final el partido en Montilivi, Alfonso Díaz los define como «inadmisibles» y asegura que si se demuestra que hubo amenazas de muerte a los jugadores el club será contundente: «Si se confirma, no formarán parte de este club nunca más».