El Mallorca despide el año por todo lo alto

El Real Mallorca ha terminado de escribir este sábado en Getafe su mejor cuento de Navidad. El equipo bermellón se soltaba del todo la melena a su paso por el Coliseum y además de empaquetar la quinta victoria de la temporada como visitante se adentraba en la treintena de puntos justo a la mitad de campeonato. Un gol de Cyle Larin, probablemente el hombre con más confianza del vestuario en estos momentos, permite al conjunto balear marcharse de vacaciones bajo una lluvia de confeti y esperar con los brazos abiertos al nuevo año. El canadiense transformaba al inicio del segundo tiempo un penalti que había provocado él mismo y anulaba al cuadro local, que se estrellaba además con un inmenso Dominik Greif. Con este resultado los de Jagoba Arrasate rubrican la cuarta mejor primera vuelta de su historia y el técnico vasco se sitúa tras la estela de lo que antes hicieron Gregorio Manzano, Héctor Cúper y Luis Aragonés. Lo único malo ahora mismo es que la Liga se pare hasta el día de Sant Sebastià (0-1).

El Mallorca llega pletórico al cambio de año después de otro triunfo de pico y pala, tan ajustado como sufrido. Con un once restringido por las bajas en el que se colaba Takuma Asano, la escuadra rojinegra se encontraba con un Getafe poco amigable desde el principio. Necesitado y asentado junto a la frontera del peligro, al equipo azulón no le valía ni siquiera el empate para respirar a pleno pulmón y se había propuesto hacer de su estadio, donde solo había ganado el Girona, una gran fortaleza desde la que iniciar la reconquista.

Salía con el cuchillo en la boca el conjunto getafense, que a sus problemas para tejer jugadas iba a sumar los que le creaba Dominik Greif. El guardameta eslovaco representaba en el Coliseum una de sus mejores funciones y empezaba a desquiciar a un Bertug que ni siquiera acabaría la primera parte por decisión de su entrenador. El acoso local era notable, pero daba la sensación de que el Mallorca había trabajado toda la semana contando con ello y tras ajustar la presa de contención dejaba que a los de casa se les fueran las burbujas para comenzar a edificar su propia ofensiva. No había ni rastro de los ladrillos que se esperaban sobre el terreno de juego. Los dos equipos se atacaban sin vergüenza.

Las mejores ocasiones para el Mallorca iban a llegar superados los veinte minutos, poco después de que una fea entrada de Djené encogiera el corazón de los rojinegros y agujereara el tobillo de Larin. El VAR esta vez se negó a intervenir y los isleños asustaron al Getafe con dos acciones encadenadas que podían haber abierto mucho antes el cofre del tesoro. En la primera Darder remataba muy alto un centro premium de Maffeo y en la segunda era Asano, incomodado por Alderete, el que no acertaba a definir al divisar la silueta de David Soria. A partir de ahí, el encuentro se iba embarrando y entrando en un terreno mucho más previsible hasta que caía el descanso.

Al Mallorca, como le ocurre muchas veces, le salía el sol con la llegada de la segunda mitad. Bordalàs ya había recurrido a su segundo cambio y el recién incorporado Juan Berrocal trababa a Larin sobre una de las líneas laterales del área grande para modificar el destino del encuentro. El propio delantero canadiense, responsable directo de los seis últimos puntos que hay en el saco, agarraba el balón como si fuera su hijo y tras colocarlo con mimo sobre el punto de cal engañaba al portero sin perder ese aura de actor de Hollywood que le caracteriza y sin inquietarse lo más mínimo. 0-1 y la mitad del trabajo hecho.

Con el gol apuntado en el marcador al Getafe se le aparecían todos los fantasmas de golpe. Lastrado por sus problemas para golear (nadie marca menos en toda la Primera División), los madrileños toparon con una de las defensas más incómodas de la Liga y con un portero interminable. Aun pudo hacer más sangre a la contra el equipo de Arrasate, que jugó con los nervios de su anfitrión y reforzó su estado de ánimo con una victoria cuyo valor seguramente se multiplicará durante las próximas semanas. El Mallorca disfrutará de la magia de la Navidad sin que nadie le despierte.