Soñar es casi obligado. La afición está ilusionada y otea ya en el horizonte una temporada sin miedos ni temores. Es pronto aún para pensar en cualquier otro reto, pero… El Real Mallorca ganó al Valladolid, consigue su tercera victoria consecutiva y suma ya catorce puntos. Duerme, además, en zona de Liga de Campeones.
Los goles de Larín y Valery decidieron el partido. Y eso que el Valladolid no había encajado ni un solo gol en Pucela. De inicio, Valladolid y Mallorca tuvieron opciones de adelantarse en el marcador en el primer tiempo, ambos equipos se alternaron en el dominio, pero se llegó al descanso con el resultado inicial.
El Mallorca inició mejor que el rival el segundo tiempo, marcó Larín y el Valladolid se hizo con el control del esférico, con el dominio territorial. El equipo de Arrasate, en todo caso, mantuvo su ambición intacta. La presión alta de Valery dio sus frutos a ocho minutos del final, puesto que robó una pelota y sentenció el partido con el segundo gol. El gol en tiempo de descuento de Iván Sánchez solo sirvió para dar emoción al duelo hasta el pitido final.
Es probable que no lleguemos a saber de memoria el once del Mallorca. Y no es una mala noticia, puesto que Jagoba tiene una plantilla en la que, aunque hay titulares indiscutibles, son muchos los futbolistas que tienen opciones de iniciar el partido. Lo cierto es que son numerosos los futbolistas que han demostrado que pueden jugar y ofrecer un más que aceptable rendimiento.
Además, este Mallorca es atrevido, busca al rival y ya no es el equipo rácano y ultradefensivo de la temporada pasada. Ahora, con independencia del resultado final, el equipo es reconocible. El Mallorca siempre compite. Y eso es mucho.