Se llama Marc Domènech, pertenece a la generación del 2006 y es ya una de las principales apuestas de futuro de Son Bibiloni. El delantero, que pertenece al Real Mallorca y esta temporada ha sido el máximo goleador del grupo III de División de Honor juvenil con el San Francisco, con 21 tantos, ha entrado directamente en el radar de alguno de los grandes gracias a sus cualidades y sus números. Uno de los clubes que más se han fijado en Domènech es el Barcelona, que le propone al juvenil un contrato para los cuatro próximos años. El club catalán ha presentado una oferta de algo más del 300.000 euros por el ariete que, en función de una serie de variables, podría llegar casi a los dos millones en un futuro a medio plazo.
El Mallorca no tiene intención de desprenderse del futbolista, especialmente después de su espectacular rendimiento de los últimos meses y de los buenos resultados que ha cosechado la cantera durante esta campaña, con la consecución de la Copa del Rey juvenil, el acceso a la Copa de Campeones de la categoría o el ascenso del filial a Segunda RFEF. Y uno de sus primeros movimientos ha sido para establecer un cordón de seguridad en torno al atacante.
En ese sentido, el Mallorca ha rechazado la oferta, aunque cabe la posibilidad de que el conjunto azulgrana abone la cláusula de rescisión del futbolista, que en su etapa juvenil es de un millón de euros y que una vez que dé el salto al filial será de tres. En cualquier caso, al Barça se le ha abierto una nueva grieta con la más que probable marcha de Marc Guiu -llegó a debutar con el primer equipo- al Chelsea, que si bien supone un golpe a nivel futbolístico también dejará el dinero suficiente para afrontar la búsqueda de un relevo de garantías.
Marc Domènech tiene contrato con el Mallorca hasta 2027, aunque la idea del club rojinegro es ampliarlo en otros dos años y mejorar sus condiciones actuales. Además, le ha trasladado una interesante propuesta desde el punto de vista deportivo. La idea es cerrar de golpe la puerta al interés de otros equipos y reforzar los planes de futuro de la entidad, que pasan por sacarle toda la punta posible a esa generación de buenos futbolistas que vienen empujando desde abajo en la carretera de Sóller y que ya ha empezado a facturar resultados brillantes.