Los aficionados más 'jartibles', como se conoce por los lares del sur a los que no se cansan nunca, ya empiezan a teñir con los colores del Athlétic de Bilbao y Mallorca las calles del centro de Sevilla y lo hacen mayoritariamente en tono de desperezo antes de entrar en combustión futbolera a base de cafelitos y turismo.
Los más madrugadores, mayoritariamente bilbaínos, ya estaban desde este jueves en la ciudad en la que el sábado se disputará la final de la Copa del Rey entre los de Ernesto Valverde y el mexicano Javier 'el Vasco' Aguirre, y que desde primeras horas de este viernes ya registró una mayor afluencia de aficionados.
En los alrededores de la estación de Santa Justa y, desde ahí hasta el centro de la ciudad, crecía el número de camisetas del Athletic antes de las nueves horas, no en balde se esperan unos 250 autobuses (200 del Athletic y 50 del Mallorca), 2.700 vehículos y más de 50 vuelos de llegada y otros tantos de salida.
El día de vísperas acompaña y promete por las altas temperaturas que se esperan, con máximas de unos 30 grados, y se notan desde primeras horas en la zona monumental de la ciudad, la que comprende el Alcázar, los alrededores de la Catedral y las plazas de San Francisco y Nueva, aledañas al Ayuntamiento de la ciudad.
El ambiente en el centro de Sevilla es a estas alturas del día de desayunos, la mayoría de grupos rojiblancos, aunque ya empiezan a verse camisetas bermellonas y también numerosos grupos de aficionados vascos siguiendo las explicaciones de los guías turísticos sobre la historia de la ciudad.
Sin embargo, la Plaza de San Francisco, una de las principales de Sevilla y uno de los puntos favoritos para todas las aficiones que llegan a Sevilla, especialmente las inglesas, aún no está operativa porque aún no se han retirado los palcos por los que pasan todas las cofradías de la Semana Santa de Sevilla, este año fallida por la lluvia.
Las grandes estructuras metálicas está aún en esqueleto y no han sido retiradas en su totalidad, como tampoco se ha culminado la limpieza de una plaza en las que, además de la fachada renacentista del Ayuntamiento, invita al renacimiento de los cuerpos a base de cervezas y tapas de sus terrazas al sol.
Los cafelitos irán dando paso a lo largo de las jornadas de este viernes y el sábado a las euforias y cánticos de los casi cien mil aficionados de ambos equipos que se esperan en Sevilla, de los que más de 30.000 se quedarán fuera al haber 20.698 para cada una de las aficiones, el 80% del aforo de 60.000 de La Cartuja.