El Athletic Club disputará este sábado la que será su cuarta final en seis años, una final a la que ha llegado tras dejar en la estacada a un equipo de categoría regional (UE Rubí), uno de Segunda RFEF (Cayón), dos equipos vascos (Eibar y Alavés) y dos equipos 'Champions' como FC Barcelona y Atlético de Madrid, camino en el que se apoyó en la eficacia goleadora y el efecto de San Mamés.
El camino del Athletic Club hacia la final de la Copa del Rey 2023-24 comenzó en el campo de un equipo de categoría regional como el Rubí. Sin embargo, la eliminatoria, a pesar de tener un desenlace favorable para los rojiblancos, puso en problemas a los pupilos de Ernesto Valverde. Un doblete de Adu Ares puso tierra de por medio con el conjunto catalán, pero un gol de los locales en el 86' metió el nerviosismo en el cuerpo al Athletic, regalando una de las imágenes de la Copa en clave Athletic, la de Galarreta 'pidiendo la hora' al árbitro durante el descuento.
La segunda ronda para los bilbaínos sí que fue el trámite esperado, y la segunda unidad del Athletic demostró solvencia ante el Cayón. Goleada a domicilio gracias al doblete de Villalibre y un gol de Nico Williams en el tramo final del partido. En treintaidosavos esperaba el primero de los derbis vascos, en Ipurua ante el Eibar. Nunca ha sido una visita cómoda para el Athletic la de los 'armeros', aunque esta vez la contundencia de los 'leones' no dieron opción al Eibar con tres goles en 40 minutos.
Llegaba tras Ipurua el primer rival de Primera División. Otro derbi vasco, esta vez en San Mamés y ante el Deportivo Alavés. Una eliminatoria en la que, de nuevo, Asier Villalibre mostró su confianza de cara a gol en esta edición de la Copa con su tercer doblete consecutivo en Copa. Un acierto del 'Búfalo' que, sumado a la seriedad del equipo en defensa, hizo que los rojiblancos alcanzaran los octavos de final por sexto año consecutivo, su mejor registro en este aspecto en lo que llevamos de siglo XXI.
Llegaban los cuartos, y con ello, un rival habitual para los 'leones' en la Copa del Rey: el FC Barcelona. En cuatro de las últimas cinco ediciones de Copa, vascos y catalanes se han enfrentado. De nuevo, como ocurriera en 2020 y en 2022, la eliminatoria se disputaría en San Mamés. Y como en aquellas ocasiones, los rojiblancos acabarían siendo los verdugos del equipo azulgrana, pero esta vez con unos tintes épicos al alcance de los mejores guiones de Hollywood.
La disputa de la Copa África provocaba que el Athletic Club no pudiera contar con uno de sus principales baluartes en ataque, Iñaki Williams, que se encontraba en Costa de Marfil con la selección ghanesa. Sin embargo, una remontada heroica de Mozambique sobre Ghana, empatando 2-2 un encuentro en el que en el 90' perdía 2-0, y gol de Camerún en el 91' ante Gambia, daban la posibilidad al mayor de los Williams de regresar a Bilbao para disputar el partido.
Para la historia quedará el seguimiento de más de 4.000 personas del vuelo privado que trasladó a Iñaki Williams desde Costa de Marfil a Bilbao, haciendo escala previa en París. Pero el esfuerzo mereció la pena. Tras un encuentro vertiginoso entre Athletic y Barcelona, la eliminatoria se marchaba a la prórroga, y ahí apareció Williams. El '9' del Athletic, que había saltado al campo en el 59' de partido, se convertía en el héroe del partido anotando el 3-2 en el último minuto de la primera parte de la prórroga, provocando el éxtasis de San Mamés y allanando un pase a semifinales que terminó de sentenciar su hermano, Nico, en el 121' con un golazo.
Y si duro era el rival de cuartos, el de semifinales no iba a ser menos. En la penúltima ronda esperaba el Atlético de Madrid. Los madrileños venían de eliminar a Real Madrid y Sevilla en rondas anteriores y soñaban con volver a una final 11 años después. El primer capítulo de la semifinal tuvo lugar en un, hasta entonces, inexpugnable Metropolitano.
El Atlético de Madrid recibía al Athletic con la vitola de ser el mejor local del fútbol europeo esta temporada. Nadie había conseguido vencer en su feudo, y tan solo el Getafe, había logrado 'rascar' un empate esta temporada. Sin embargo, los 'leones' hicieron lo que parecía imposible. Un gol de penalti de Berenguer en el minuto 25 adelantó a los de Valverde, que sufrieron muchísimo las embestidas colchoneras en la segunda mitad para acabar llevándose la eliminatoria a Bilbao con un resultado favorable (0-1).
La vuelta en Bilbao fue una auténtica fiesta. Un San Mamés a rebosar, que fijó el récord de asistencia a un partido de los 'leones' en 52.061 espectadores, el Athletic pasó por encima de los del 'Cholo' Simeone. Los goles de los hermanos Williams y Gorka Guruzeta firmaron la goleada local para deleite de los aficionados, que desde el minuto 61' de encuentro celebraron el pase a la final. Ahora, en La Cartuja, los Williams, Sancet, Guruzeta y compañía tienen ante sí pasar a la historia del club, y devolver a las vitrinas de San Mamés un título de Copa que no logra desde 1984.