Paréntesis obligado. El vestuario del Real Mallorca se ve en la obligación de frenar la euforia copera y volver a centrarse en el campeonato doméstico. Porque la Liga todavía no ha terminado y es imprescindible sacar puntos que permitan dar un paso adelante en la clasificación.
Este viernes por ejemplo juegan Celta y Almería y si el conjunto vigués gana la situación seguirá siendo comprometida. No queda más remedio que centrarse al máximo en sacar puntos durante estas próximas jornadas, aunque la dificultad es máxima.
Este domingo llega el Girona y lo hace en un escenario diferente al encuentro de Copa que jugaron ambos equipos y que finalizó con el marcador de tres goles a dos permitiendo al Mallorca seguir vivo en la competición del KO. El Girona viajará a Mallorca con el segundo puesto recuperado, después del 3-0 sobre el Rayo Vallecano, y con la clasificación para la Liga de Campeones como su gran objetivo. Los de Míchel Sánchez cerraron ante los madrileños una racha de tres partidos sin ganar.
El Mallorca por su parte, durante estos días hasta el domingo por la tarde tratará de recuperarse físicamente del enorme esfuerzo que supuso el partido ante la Real Sociedad. El Girona por su parte tuvo margen suficiente para poder recuperar y llegará más fresco al encuentro. Porque Aguirre utilizó a muchos jugadores en el Reale Arena con la carga emocional que supuso llegar a jugarse el pase a la final en los penaltis.
Deberá mover el equipo también el entrenador mexicano y alinear de inicio a los jugadores que más frescas tengan sus piernas. El estado de ánimo es bueno porque vienen de clasificarse para la final, pero el esfuerzo también debe notarse en hombres como Raíllo, Copete, Valjent, Gio, Jaume Costa, Dani Rodríguez, Antonio Sánchez o todo el batallón que fue poco a poco entrando durante el encuentro en San Sebastián.
Es una situación que debe manejar muy bien el cuerpo técnico porque el Girona tratará de aprovechar todas las cartas a su favor. Y el del apartado físico es una de ellas. El choque copero no sirve de referencia porque el Mallorca salió en tromba y el Girona se vio desbordado. Eso sí, los puntos en juego valen su peso en oro.