La actuación de González Fuertes en el partido entre el Mallorca y la Real Sociedad que acabó con victoria donostiarra por un gol a dos y que estuvo marcada por la expulsión de Raíllo antes del descanso, sigue coleando. Durante la jornada de hoy lunes se ha conocido un anexo que el árbitro escribió posteriormente después a la publicación del acta y que, en el apartado de otras observaciones o ampliación de las anteriores, el colegiado hace constar que recibió gritos acusando a los colegiados de ‘corruptos', si bien no pudo identificar ni él ni tampoco las fuerzas de seguridad, quién había sido la persona que profirió dichas acusaciones.
El colegiado así lo hace constar en el acta: «Al finalizar el partido, cuando nos encontrábamos en los vestuarios, una persona que no pudo ser identificada por el equipo arbitral, ni por la policía nacional tras nuestro requerimiento, ya que abandonó el mismo por una puerta trasera del vestuario de técnicos del RCD Mallorca, se dirigió a nosotros a voz en grito en los siguientes términos: Corruptos, sois unos corruptos».
Este incidente se une a un acta incendiaria en la que refleja su actuación en el partido donde tuvo que aplicar su autoridad a base de tarjetas y expulsiones. En total mostró catorce amarillas y cuatro rojas.
Sobre la jugada más polémica del encuentro, la expulsión de Antonio Raíllo, el árbitro señala que fue amonestado en primer término por «golpear con el brazo a un adversario de manera temeraria» y después por «protestar una de mis decisiones realizando gestos de desaprobación con su mano derecha de manera reiterada».