El Real Mallorca acusa la resaca y regresa a la cruda realidad

El Real Mallorca no pudo culminar su semana mágica en Son Moix. Después de clasificarse el pasado miércoles para las semifinales de la Copa del Rey, el equipo balear regresó a la cruda realidad de la Liga al sufrir su segunda derrota de la temporada en casa (no perdía desde mediados de agosto ante el Villarreal) ante un Betis que se presentaba en Son Moix plagado de bajas. Pero Manuel Pellegrini confirmó por qué es una de las bestias negras de los bermellones. Su equipo sacó el máximo provecho posible a un gol de Altimira en el descuento del primer tiempo, con un latigazo desde 25 metros, que sentenció la noche (0-1).

Javier Aguirre recuperó el guión de la Copa del Rey que expuso ante el Girona y recuperó el 5-3-2 del baúl de los recuerdos para la Liga. Dos meses después en el campeonato, el Mallorca arrancaba la noche con un trivote y dos puntas. El esfuerzo físico del pasado miércoles pasó factura en las piernas de Dani Rodríguez y Antonio Sánchez, que se quedaron en el banquillo. Darder, que no participó directamente en la fiesta copera, comparecía de nuevo sobre el césped.

El Betis llegaba a Son Moix cogido con alfileres, con apenas trece futbolistas de la plantilla profesional y siete del filial. Manuel Pellegrini puso todo lo que tenía con Luiz Henrique, Isco, Diao y Fekir en el frente de ataque.

Empujado por la inercia copera, el Mallorca comenzó el duelo mandando con el balón y con Cyle Larin como primer protagonista. El internacional canadiense participó en las primeras acciones: forzó dos saques de esquina y le entregó un centro medido a Abdón que el ‘artanenc' no llegó. El Betis no generó noticias hasta el minuto 10, pero lo hizo con peligro. Incrustado en la derecha, hizo una diagonal para sacar a paseo su zurda y obligar a Rajkovic a tirarse al suelo y meter el guante. Estiró líneas el conjunto verdiblanco. Sin un 9 fijo, entre Isco, Fekir y Luiz Henrique establecieron diálogos, aunque sin generar dividendos.

El Mallorca volvió a comparecer con la mejor ocasión de un primer acto accidentado por momentos. Lato se subió a la moto por su carril, recortó y metió un ‘plátano' con la derecha que Abdón cabeceó al larguero. Darder recogió el rechace pero, muy forzado, envió el balón fuera. El encuentro entró entonces en una pausa y varios encontronazos. En uno de ellos, Johnny golpeó en la rodilla y el estómago de Samú Costa. El portugués intentó seguir, pero a los dos minutos pidió el cambio tras una acción que quizás mereció algún castigo arbitral. En el minuto 35 y el grupo balear perdía a su pulmón, al jugador con más carácter al que sustituyó Mascarell.

Al minuto siguiente combinaron Larin, Gio y Darder en una acción que acabó con un disparo del ‘artanenc' taponado por la zaga. Son Moix volvía a rugir. Pero entre esa acción de Samú Costa, otro choque de cabezas entre Raíllo y Pezzella y un par de caídas de Isco, el partido entró en la molicie y desenchufó al Mallorca. En el primer minuto de los siete de descuento que aplicó el colegiado, el Betis sacó petróleo. Fekir probó fortuna con un disparo que rechazó Gio. El balón volvió a caer a dominio bético. Luiz Henrique le entregó el balón al francés y éste a Altimira. El pivote catalán conectó un chut desde fuera del área (23 metros concretamente) que se fue abriendo. Rajkovic metió la mano blanda y el balón besó las mallas tras pegar en la parte interna del poste. Sin merecerlo, el cuadro verdiblanco se marchaba al descanso con ventaja.

Manuel Pellegrini, la auténtica bestia negra del Mallorca, movió piezas. Retiró del campo a Pezzella y un desaparecido Diao para meter al canterano Visus y a Rodri. El Mallorca abrió ese segundo acto todavía noqueado por el tanto encajado en el descuento de la primera parte. Le faltaba electricidad, precisión en el pase y más fluidez en el juego.

Javier Aguirre vio el panorama negro y también movió el árbol. Retiró a Valjent y a Larin, al que no le sentó muy bien algo que le dijeron desde el propio banquillo mallorquinista tras el cambio, para meter a Dani Rodríguez y Muriqi y pasar a línea de cuatro.

Del Betis, Isco repartía las cartas. En corto y en largo, el malagueño es una bendición para el compañero y un castigo para el rival. El conjunto verdiblanco tampoco necesitó pisar a fondo el acelerador para contener el partido, que se jugaba a lo que quería.

Darder, más activo que en partidos precedentes, envió un par de caramelos que sus compañeros no aprovecharon. Todos los balones colgados acababan en la testa de Sokratis. Aguirre metió más plomo. Puso a Jaume Costa y a Javi Llabrés. Atacaba el equipo isleño con más corazón que cabeza. A los 82 minutos, Dani Rodríguez colgó un balón que Abdón, solo, remató desviado con la coronilla ante la desesperación general.

El Mallorca encerró al Betis en los últimos minutos. Lo intentaba Darder entre líneas, Gio con sus centros por banda… Parecía que el gol era cuestión de tiempo ante un rival que acusaba el esfuerzo, pero los verdiblancos acabaron sellando el triunfo por la mínima.