El entrenador del Girona FC, Míchel, aseguró que con la gran campaña que están haciendo en LaLiga EA Sports, en plena lucha por el título a finales ya de enero, el «siguiente objetivo» que tienen es «hacer historia» en la Copa del Rey y que por ello afrontan con «ilusión» el partido de cuartos de final contra el RCD Mallorca en el Estadi Mallorca Son Moix.
«Sí, es el siguiente reto del equipo, el siguiente objetivo es hacer historia en la Copa y por eso he dicho que es un partido de ilusión, de motivación. Llegar a semifinales para nosotros es un reto histórico. Por eso tengo la sensación que es mejor la motivación y la ilusión que no el cansancio que pueda tener un jugador», señaló en rueda de prensa.
Tras cumplir el primer objetivo de llegar a 42 puntos en LaLiga (superándolo con creces), ahora afrontan con la misma presión los retos venideros, como el de esta Copa. «Estos jugadores tienen una ilusión, una motivación y una ambición brutal, individual y colectivamente y cumplir uno de los objetivos no nos va a parar. Cuando conseguimos llegar a los 42, era el objetivo más importante y el equipo no ha dejado de trabajar bien en el día a día, que es la parte más importante de todo este proceso», celebró.
En este sentido, añadió que la posibilidad de ir a semifinales es un «reto espectacular». «Es un reto de la ilusión, de la motivación, de hacer historia y bueno, la realidad es que el equipo está en un muy buen momento y podemos pasar y hacer historia y estamos motivados y con mucha ilusión», explicó el técnico del equipo 'gironí'.
«Siempre he dado mucha importancia a la Copa. Siempre he tenido la sensación de que el equipo quería pasar y quería hacerlo bien en la competición. Para mí, el partido más importante de la semana es el de mañana, y ya veremos después el de Vigo», se sinceró.
El duelo ante el Real Mallorca de este miércoles es un partido que te lleva a semifinales pero en Girona tienen claro que no es decisivo. «Es un partido en un campo muy difícil, muy complicado. Contra un rival muy duro. Sabemos que pasar es muy importante pero que no es definitivo, porque no ganas nada. Pero primero tienes que pasar y sí, es un partido histórico para nosotros», aportó.
Por contra, cree que en el grupo «no hay euforia». «Tenemos mucha ilusión. La Copa es especial para nosotros porque nunca hemos llegado a semifinales y para nosotros es una final, es ilusión y motivación. Ninguna euforia, porque es una competición diferente y necesitamos hacer un partidazo», avisó a sus jugadores.
«El Mallorca en casa es un equipo muy fuerte, tiene grandes jugadores y necesitamos nuestra mejor versión. Vamos a intentar hacer un partidazo, solamente de esta manera seremos capaces de pasar a hacer historia», argumentó, en este sentido.
Para Míchel, el Real Mallorca juega mejor en su feudo y reiteró que es un «equipazo». «Ahora mismo juega con cuatro jugadores por dentro que son muy importantes, con Costa, Darder o Morlanes. Son jugadores de muy buen pie y también los tres centrales son muy fuertes y buen juego aéreo. Y en la delantera siempre son capaces de quedarse la pelota y generar fútbol», apuntó.
De cara al mercado de invierno, tiene claro que si fichan a algún jugador no será para poner un parche. «Tenemos claro que nosotros necesitamos jugadores no para el presente, sino para el futuro más inmediato. Si esto es bueno para ahora mismo, perfecto. Pero no tenemos prisas ni queremos precipitarnos y en este caso la dirección deportiva hace un trabajo brutal. Estoy muy contento porque si traemos a un jugador ahora es porque estará con nosotros dos o tres años y será un jugador que mejore la plantilla, no por un parche», alegó.
«En el equipo hay una idea. Los jugadores tienen la sensación de que controlan lo que pasa en el partido y cuando tú te sientes fuerte con lo que estás haciendo no caben las dudas y no cabe la sensación de presión. Nosotros nos fijamos mucho en el rendimiento, no en el resultado», concluyó sobre el estilo que quiere en su equipo y el ADN que tienen sus jugadores.