No resulta fácil entender lo sucedido en el Villamarín. Cualquier análisis futbolístico queda eclipsado por lo sucedido en el gol anulado a Muriqi y por la injusta roja de Mascarell. El centrocampista es expulsado porque las amarillas no se juzgan en la sala donde se chequea el encuentro. Incluso si es una amarilla injusta, incluso si es una expulsión que no debía ser. Como siempre la ley está repleta de vacíos y sobre todo de falta de sentido común. Increíble, pero cierto. Hay árbitros malos con o sin VAR.
Si bien lo de este sábado está mediatizado por la pésima actuación arbitral, en lo futbolístico el equipo está a años luz de muchos que no son de su Liga, el problema ese que hay muchos equipos que no son de su Liga. Existe una clara crisis futbolística. Y las crisis suelen negarse por los entrenadores y los directores deportivos. También por los presidentes. La negación por encima de la realidad casi siempre suele prevalecer. Ortells debe decidir. Ahora le toca a él jugar. Son nueve puntos de 36 posibles.