Al Real Mallorca, que desde que empezó el curso nunca ha lucido demasiado saludable, se le está poniendo cara de enfermo crónico. Empieza a adoptar el aspecto de esos equipos que lo intentan, lo pelean y por momentos lo merecen, pero que acaban sufriendo una indisposición en cuanto les da un poco el aire. Es una historia que se ha repetido muchas veces, en Son Moix y fuera, y casi nunca termina bien. Contra el Real Betis, con el peso de la clasificación sobre los hombros y el margen de error apurado, el equipo balear invocaba a ese mismo relato. Se le juntaba todo. Desde el principio, sin tregua. Un gol en contra muy pronto, un tanto anulado por milímetros en plena escalada, una expulsión abusiva a las puertas del descanso y, por descontado, otra derrota (2-0).
La tarde ya empezaba cuesta arriba. Isco Alarcón, con el que Pellegrini no especulaba (una amarilla le privaba de jugar el derbi de la semana que viene), iniciaba su función particular conectando con Miranda y el lateral, tras apurar el carril izquierdo, encontraba en el área a Willian José, que se avanzaba a Raíllo y sorprendía a Rajkovic (1-0, minuto 7).
No reaccionaba del todo mal el Mallorca al arreón verdiblanco. Esquivaba como podía las balas que le llegaban y se arrimaba con cierto descaro, seguramente porque no tenía otra salida. En el centro del campo navegaba y en ataque seguía estando demasiado disperso, pero se negaba a entregar las armas. Antonio Sánchez, con un centro malintencionado y un tiro que repelía Claudio Bravo con el pecho, forzaba un poco la máquina. Y Muriqi, a pase del propio canterano, sellaba un empate fugaz porque tanto el árbitro como el VAR lo anulaban antes de que diera tiempo a celebrarlo. ¿El motivo? Uno de esos fueras de juego milimétricos que a simple vista solo detecta la endemoniada mirada del VAR.
Era el segundo mazazo y no vendría solo. Mascarell, amonestado desde el minuto 26 por derribar a Isco tras una pérdida, veía la segunda amarilla cuando la primera mitad se extinguía. Ortiz Arias no lo dudaba y castigaba con otra tarjeta al tinerfeño después de un encontronazo con Marc Roca. Las imágenes demostraban que era el jugador del Mallorca quien recibía el pisotón, aunque la acción, cosas del VAR, ya no podía revisarse. La puñalada definitiva.
Era reacio a plegarse el Mallorca, que volvía al campo con Sergi Darder a los mandos y arrojo para buscar un empate que parecía una quimera. Muriqi se inventaba una ocasión al sacarse un latigazo que se marchaba por poco a la izquierda de Bravo y cinco minutos después el propio delantero kosovar le quitaba a Cyle Larin un remate franco dentro del área a pase de Darder desde la orilla derecha.
El Betis ya sabía que no podía despistarse pese a tenerlo todo de cara. Seguía haciendo daño el cuadro sevillano —Miranda se cebaba con Gio por la izquierda—, que apagaría la luz con casi media hora por consumir. Esta vez era Ayoze Pérez, muy cómodo durante todo el partido, el que soltaba la guillotina y firmaba el acta de sentencia. Isco, ahora con un pase interior, habilitaba al delantero canario para que lograra el segundo gol rematando de primeras ante Rajkovic.
A raíz de esa segunda diana ya no habría espacio para mucho más. Solo para que el Mallorca intentara reforzar su dignidad y suavizar la dureza del marcador, para que Isco alargara su show particular y para que el Benito Villamarín se viniera abajo con la reaparición de Nabil Fekir ocho meses después, tras dejar atrás una gravísima lesión de rodilla y un paso por el quirófano.
El partido moría dejando otra decepción en el armario para el Mallorca. Una nueva jornada en blanco. Más frustración. Si se confirma el aplazamiento del partido contra el Cádiz —LaLiga lo ha solicitado por la convocatoria de Muriqi para el encuentro internacional entre Kosovo e Israel— habrá dos semanas sin fútbol por delante. Y seguro que serán muy largas.
Ficha técnica
Real Betis: Claudio Bravo; Bellerín, Pezzella, Chadi Riad (Carvalho, m.69), Miranda; Marc Roca, Guido Rodríguez; Assane Diao (Luiz Henrique, m.60), Isco (Fekir, m.87), Ayoze; y Willian José (Abde, m.68).
Real Mallorca: Rajkovic; Gio (Maffeo, m.60), Valjent (Darder, m.46), Raíllo, Nastasic, Jaume Costa; Samú Costa, Mascarell, Antonio Sánchez (Dani Rodríguez, m.60); Muriqi (Abdón, m.82) y Larin (Morlanes, m.68).
Goles: 1-0, min.7, Willian José; 2-0, Ayoze, m.65.
Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias (Comité madrileño). Amonestó a Pezzella por parte del Betis y a Valjent y Larin por parte del Mallorca. Expulsó por doble amonestación a Mascarell (m.44). Tarjeta roja para Toni Amor, segundo entrenador del Mallorca.
Incidencias: 50.909 espectadores en el estadio Benito Villamarín para presenciar el partido de la duodécima jornada de LaLiga EA Sports.