El estadio de Son Moix es la casa de la permanencia. Un refugio de alta seguridad para el Real Mallorca de Javier Aguirre, que entre sus paredes ha ido llenando la despensa para llegar a una salvación que se ha hecho en realidad a falta de cuatro jornadas. Los bermellones, que el viernes destapaban la jornada con una victoria definitiva ante el Cádiz, han ganado casi la mitad de partidos que han disputado ante su gente y solo han sufrido derrota desde octubre. Además, lo han hecho levantado una gruesa pared en torno a la portería de Rajkovic, el segundo portero de LaLiga que menos goles recibido en casa (12). Con la Liga prácticamente consumida, solo el Barcelona, casi campeón, mejor esas cifras.
Le costó al Mallorca vallar de forma correcta el perímetro de Son Moix, pero en cuanto lo hizo empezó a volar. Después de un inicio entre la bruma —solo ganó uno de sus seis primeros partidos en casa, al Almería, y a duras penas recopiló 5 puntos de 18 posibles— el conjunto balear endureció el ritmo de su marcha y entre principios de noviembre y principios de febrero, con el Mundial de Qatar de por medio, cerró herméticamente las puertas de su estadio. Ganó del tirón cinco partidos, vaciándoles los bolsillos a rivales de todo tipo y condición. Atlético, Valladolid, Celta, Real Madrid y Villarreal, acabaron sobre la lona del Camí dels Reis mientras el Mallorca se anclaba a la zona medio-alta de la clasificación, muy lejos del ruido y las insoportables temperatura de la parte baja. Una posición de la ya no ha salido en los meses siguientes y desde la que ha firmado los documentos para seguir en Primera División por tercera temporada consecutiva.
El Cádiz, que se complicó el porvenir en Palma, ha sido la última víctima de un Mallorca rocoso como anfitrión. De no ser por el polémico penalti que señaló Figueroa Vázquez en el tiempo añadido del encuentro contra el Athletic, el cuadro rojinegro habría sumado un nueve de nueve en pocas semanas y le habría dado aún un poco más de brillo a unos números cuidadosamente pulidos. Desde mediados de octubre hasta hoy, solo el Elche, en un duelo que se estropeó en el descuento, le ha ganado en su domicilio. El colista se guardó en la mochila tres puntos que después le sirvieron de poco y sumó su nombre al de los otros tres que han podido ganar en el coliseo bermellón: Betis, Barcelona y Sevilla. Solo ellos han tenido una fiesta completa en Son Moix.
La clave de ese éxito fabricado en casa tiene que ver con los fundamentos defensivos que arropan a la pizarra de Javier Aguirre. Solo dos equipos —Betis y Villarreal— han marcado más de un gol y a uno de ellos no le sirvió para nada. En cambio, siete de las diecisiete formaciones que ya han desfilado por su pasarela se han largado sin poder abrir la lata y seis de esos se marchaban, además, sin nada entre las manos. Porque el 1-0, repetido hasta seis veces, ha sido el resultado más habitual esta temporada.
Al Mallorca todavía le quedan dos jornadas en casa para abrochar la carpeta de un curso plácido. Dos partidos para regalarle a la afición otros dos buenos resultados que dejen al equipo lo más arriba posible. Dos encuentros que van a tener muy distinto. El primero, contra un Valencia metido de lleno en las arenas movedizas —jueves 25 de mayo, 19.30 horas— que se verá obligado a sumar para no ahogarse. Y el segundo, la traca final, contra un Rayo Vallecano también libre de preocupaciones —domingo 4 de mayo, 19.00, aunque el día y la hora están sujetos a posibles modificaciones—, en una cita que servirá también a despedir a los jugadores que agoten su ciclo en el club, como Iñigo Ruiz de Galarreta.
Son Moix, con parte de su piel levantada por culpa de unas obras que transformarán su aspecto para convertirlo en otra de las atracciones de LaLiga, ha ayudado, esta vez sí, al Mallorca a amarrar su objetivo. El hogar de la salvación. La casa de la permanencia.
Las otras cifras:
12 goles recibidos en Palma
Los de Aguirre son un referente en defensa. Solo el Barcelona ha encajado menos goles en su estadio (2).
7 partidos con la portería a cero
Siete de los 17 equipos que han pasado por Son Moix se han vuelto a casa sin marcar. Y solo uno de ellos empató. Los otros seis cayeron por 1-0.