El curso pasado, después de cruzar el paralelo 29 de la competición, el Mallorca tomaba la decisión de destituir a Luis García Plaza. La pésima dinámica del grupo, que acumulaba seis derrotas consecutivas y ocupaba posiciones de descenso a Segunda, resultó determinante para que el técnico madrileño –uno de los héroes del ascenso– se despidiera con lágrimas en los ojos. La entidad le entregó la responsabilidad a Javier Aguirre, que el pasado lunes en Vigo completó una Liga (38 partidos) a los mandos del timón bermellón. Y sus números resultan más que notables. Contabilizando exclusivamente la era Aguirre –los nueve últimos partidos de la pasada campaña y los veintinueve de la actual– el Mallorca ocupa la octava posición en dicha clasificación parcial con 50 puntos, un botín que en una temporada natural le deja en la frontera de disputar competición europea. Supera en este tramo al Sevilla, que el curso anterior finalizó cuarto, y a Osasuna o Rayo Vallecano, considerados los equipos revelación en el último año de competición.
Aspiraciones
Las cifras del El Vasco en este año que acumula al frente del Mallorca están más cerca de un equipo con aspiraciones europeas que de un candidato a luchar por mantener la categoría. Durante esos últimos 38 partidos de Liga, el grupo bermellón ha logrado 14 victorias, 8 empates y 16 derrotas para amarrar esos 50 puntos que le dejan en la zona alta. El mejor equipo en la Liga de Aguirre es el Barcelona, que ha sumado 92 puntos, gracias a la reacción del tramo final del curso pasado que le permitió rebasar al Atlético de Madrid y alcanzar el subcampeonato. Su holgada ventaja en la presente temporada también le ha permitido distanciarse del Real Madrid, que ha sumado 82 puntos en esta clasificación parcial. El tercero es el Atlético de Madrid (77), mientras que cerraría las plazas Champions la Real Sociedad con 65. Betis (63), Villarreal (61) y Athletic Club (57) son los otros clubes que han sumado más puntos que el Mallorca.
Por detrás de las huestes de Javier Aguirre aparece el Sevilla, que ha sumado dos puntos menos –la mala temporada actual le ha penalizado de forma notable–, Osasuna y Rayo Vallecano (47 puntos), Celta (46), Cádiz (43) y Getafe (41). Los tres peores equipos de la era Aguirre son, precisamente, los tres que actualmente ocupan esas plazas de descenso. El Valencia (35 puntos en los últimos 38 partidos), el Espanyol (33)y el Elche (23).
La llegada de Javier Aguirre, que cogió el equipo con 26 puntos (once puntos menos de los que suma en la actualidad) sirvió para amortiguar la caída, aunque una goleada histórica encajada en el estadio de Son Moix ante el Granada (2-6) a falta de tres jornadas para la finalización del campeonato supuso un jarro de agua fría en las aspiraciones de permanencia. De hecho, como ha reconocido el propio Aguirre, ese día la sensación que se respiraba en el vestuario era de descenso. El Mallorca, que en caso de ganar hubiera dado un paso de gigante, se hundió y finiquitó la jornada en descenso a dos puntos de un Granada que ya festejaba la salvación virtual.
De repente, con todo perdido, el equipo se levantó con un empate meritorio en el Pizjuán (parada magistral de Reina incluida), un Abdonazo ante el Rayo en el descuento y un triunfo salvador en El Sadar que le echó el lazo a la permanencia. En el presente campeonato, el Mallorca pisó el acelerador rebasado el primer tercio, con triunfos en Mestalla y Villarreal y en casa ante el Atlético, aunque el parón por el Mundial frenó esa progresión. Basado en la solvencia de Rajkovic, el talento de Kang y los goles de Muriqi, el equipo balear cortó en Balaídos su pésima racha a domicilio –un empate y seis derrotas en siete salidas- para dar un golpe, allanar el camino de la salvación y poner la guinda a la Liga de Aguirre. Un técnico que, por cierto, todavía no ha renovado...