La permanencia está encarrilada, pero no asegurada. El Real Mallorca empató (0-0) ante Osasuna en otro mal partido del conjunto de Javier Aguirre. Ganar era imprescindible para recuperar la confianza, pero el conjunto bermellón fue tan rácano como siempre. José Manuel Arias ‘Copete' fue expulsado cuando faltaban poco más de veinte minutos para el final y los navarros aprovecharon la superioridad numérica para buscar el triunfo. El partido fue aburrido, sin ocasiones, sin oportunidades, sin disparos a la portería rival.
El Real Mallorca está instalado en la mediocridad y acumula una pésima racha de resultados con solo dos puntos de los últimos quince disputados. Las alarmas no están aún encendidas, pero hay motivos más que suficientes para preocuparse. El equipo de Aguirre fue incapaz de llegar con peligro al área rival y sus aproximaciones con peligro fueron escasísimas. El técnico, ya con diez futbolistas, buscó soluciones. Tino Kadewere entró por Vedat Muriqi y Nastasic suplió a Kang in Lee cuando faltaba poco más de un cuarto de hora.
La afición clamaba contra el arbitraje, los jugadores del Mallorca pecaban de nerviosismo, al tiempo que los navarros buscaban con ahínco la portería rival. El equipo empataba sin goles, el cronómetro parecía ralentizarse y Osasuna era ya el dueño del esférico y el partido. Antonio Sánchez sustituyó Dani Rodríguez cuando ya faltaban menos de diez minutos para el final. El Mallorca parecía conformarse ya con sumar un punto, pero el final no llegaba. Osasuna dominaba, pero de forma estéril, sin crear claras ocasiones. El punto conseguido no es el botín esperado, pero es mucho más que nada. Ahora, el equipo tiene dos partidos lejos de Palma, que pueden dejar al equipo cerca del infierno. l