Acostumbrado a recorrer los pasillos del mercado cada principio de año, el Mallorca se asoma a una ventana de fichajes atípica. Con una plantilla más equilibrada de lo que parecía hace meses y Javier Aguirre mirando hacia otro lado cada vez que se le pregunta, el conjunto balear se aproxima al punto intermedio de la temporada sin grandes necesidades. O al menos, sin las urgencias de otros tiempos. En las quinielas habituales ya han empezado a salir a flote los primeros nombres vinculados a Son Moix —como el de Bryan Gil, alejado de los focos en el Tottenham o el de Jesús Vázquez, lateral izquierdo sin demasiado protagonismo en el Valencia—, los representantes del club mantienen en público que no hay previsión de incorporar a nadie salvo que aparezca alguna de esas opciones irrechazables o la plantilla sufra alguna pérdida antes de que llegue febrero.
El Mallorca, que hasta el momento ha volado con el viento de cola en la Liga y en la Copa del Rey, tiene casi todas las posiciones de la plantilla dobladas y solo hay un par de cruces en la pizarra que indican los rincones del campo que podrían mejorarse. Uno de ellas, seguramente la más destacada, se encuentra en la sala de máquinas. El técnico tiene mucho donde elegir en esa zona, aunque su futbolista mejor valorado, Iñigo Ruiz de Galarreta, no parece tener una fotocopia. En cualquier caso, hay jugadores como Clément Grenier, Antonio Sánchez o Dani Rodríguez que pueden desempañar ese rol, aunque sea con otras características.
Otro posible foco de conflicto es el carril izquierdo de la defensa, donde el escalón entre el titular (Jaume Costa) y el suplente (Braian Cufré) parecía muy acentuado. No obstante, el argentino ha rendido a un nivel aceptable cuando le ha tocado cubrir al valenciano y Aguirre guarda otro as en la manga para esa posición: utilizar a banda cambiada a Pablo Maffeo o Gio González. Dos soluciones alternativas a un problema, por el momento, menor.
Una franja del campo siempre sensible y en el punto de mira es el ataque. En el del Mallorca sobresale Vedat Muriqi. El internacional kosovar abarca tanto que el equipo apenas ha necesitado a Ángel o Abdón. Y pese a que se trata de diferentes perfiles, Aguirre también cuenta con dos balas, cada vez más importantes, que al principio no tenía: Kadewere y Amath.
«Tenemos hasta el 31 de enero, creo, pero aún no hemos tocado este tema, en absoluto», comentaba Javier Aguirre antes del Mundial en una entrevista concedida a este diario. Hablo con Pablo (Ortells) todos los días pero no es algo que ahora, me preocupe», añadía en ese mismo sentido. Un discurso muy parecido al que pronunció esta semana, en la antesala del partido de Copa del Rey contra el Real Unión de Irún.
Salidas
Donde sí que se intuye algo más de movimiento es tras la puerta de salida. Ahí todas las pistas conducen a Lago Junior, que hasta ahora solo ha participado en cinco partidos —ninguno como titular— y ha acumulado menos de cincuenta minutos. El extremo marfileño, que llegó hace seis años, acaba contrato el próximo 30 de junio y lo más lógico es que busque una salida a su situación durante las próximas semanas.
En la portería tampoco se descartan maniobras. Javier Aguirre tiene ahí uno de esos benditos problemas, ya que cuenta con tres guardametas de alto nivel. Rajkovic es imprescindible en la Liga, Dominik Greif ha reaparecido en la Copa tras más de un año en blanco y el ibicenco Leo Román, internacional sub'21 con España y con un gran futuro por delante, parece quedarse sin alternativas para seguir acumulando experiencia y horas de vuelo.
Cinco casos por resolver
En la plantilla del Mallorca hay cinco futbolistas que acaban contrato el próximo 30 de junio y cuyos casos deberá estudiar de manera particular la dirección deportiva. Se trata de Galarreta, Jaume Costa, Lago Junior, Ángel Rodríguez y Matija Nastasic, que el pasado verano se comprometió por solo una temporada, además de otra opcional. El caso que más preocupa entre la afición es el de Galarreta, ya que el mallorquinismo teme que llegue alguna oferta debido al alto nivel que ha mostrado el eibarrés una vez recuperado de su lesión. Ángel, por su parte, cuenta con la posibilidad de renovar de manera automática su contrato si llega a una cantidad de partidos disputados, aunque de momento no está contando demasiado.