Después de un par de horas de incertidumbre y silencio, el club balear lanzó un mensaje tranquilizador tras la decisión del accionista Robert Sarver de poner en venta sus acciones en los Phoenix Suns (NBA) y Mercury (de la WNBA) y mantiene que su proyecto en el Real Mallorca es «a medio y largo plazo», según quiso dejar claro el presidente Andy Kohlberg a través de un portavoz oficial de la entidad balear. Asimismo, negó de forma tajante que la decisión del banquero de Arizona tenga repercusión en el accionariado de la SAD. La entidad balear quiso transmitir un mensaje de normalidad y de que el terremoto mediático que se ha producido en Estados Unidos en la última semana tras la inhabilitación a Robert Sarver durante un año y la sanción económica de 10 millones de dólares no altera «para nada» el día a día de la entidad mallorquinista. «Todo seguirá igual porque el compromiso y la apuesta por el proyecto es a largo plazo» insistieron.
Y es que el Mallorca está controlado casi al 100 %, en concreto en un 99,8 %, por la empresa Liga ACQ Lagacy Partners y dentro de esa sociedad, que tiene fijada su sede en el estado de Delaware, tanto el presidente Andy Kohlberg como Robert Sarver mantiene un porcentaje similar de acciones. Aunque no han trascendido detalles del reparto accionarial de la empresa propiedad del Mallorca, se estima que ambos tienen un 40 % de los títulos, ya que no existe un accionista mayoritario que alcance el 51 %. En el tercer escalón se sitúa Steve Nash y más abajo un pequeño grupo de accionistas de los Phoenix Suns.
Todo el conglomerado accionarial de la propiedad estadounidense, que desembarcó en la SAD balear hace seis años y medio, se ha ido desgranando en las últimas semanas. De hecho, uno de los aspectos llamativos de la misiva del presidente bermellón la semana pasada, cuando se conoció la sanción impuesta por la NBA a Robert Sarver, es el calificativo de «propietario minoritario y miembro de la junta directiva del RCD Mallorca» que empleó el presidente de la entidad.
La versión que ofrece la SAD balear sobre la calificación de propietario minoritario es que tanto Sarver como Kohlberg tienen el mismo paquete de acciones y ninguno sobrepasa el 51%. En cualquier caso, se trató de la primera vez que el propio club bermellón utilizaba esta denominación. Kohlberg, más arraigado que Sarver tanto en el club como en la Isla, quiso marcar distancias con su socio. Y ayer también quiso calmar a las masas para reiterar que el compromiso de la propiedad está intacto.
A pesar de este discurso de optimismo y calma lanzado por Kohlberg, habrá que ver en qué papel queda Robert Sarver una vez que ya ha anunciado que pone a la venta la franquicia de la NBA que adquirió hace 18 años, junto al propio Kohlberg, y a la que ha dedicado la mayor parte de su tiempo en esas casi dos décadas. También es cierto que el papel de Sarver en la sociedad isleña ha sido residual, con un par de apariciones contadas, mientras que Andy Kohlberg ha asumido cada vez más protagonismo.