La campaña de abonados del Mallorca, descorchada a finales de junio, ha pasado de generar un profundo malestar por la repentina subida de precios a desembocar en una pequeña locura por conseguir un carnet para acceder al estadio de Son Moix durante los próximos meses de temporada. Sin fichajes mediáticos y solo dos caras nuevas con las que ilustrar el nuevo proyecto, el club balear zanjaba la semana pasada el plazo destinado a las renovaciones con unas cifras notables.
Después de sumar a otras 300 personas a su causa más allá de las fechas fijadas en un principio, alcanzaba este martes los 14.804 socios en la primera jornada abierta a las nuevas altas, que dependiendo de las zonas del campo cuestan entre 275 y 855 euros. Y la respuesta fue tan abrumadora que se formaron largas colas virtuales de aficionados en la red. De más de una hora, en muchos de los casos. Salvo excepciones muy puntuales, el proceso se realiza íntegramente online.
El Mallorca empezaba la jornada con poco más de 1.500 plazas disponibles, ya que la cifra máxima de abonados a la que puede llegar, teniendo en cuenta que en los partidos en casa está obligado a reservar un porcentaje de entradas para sacar a la venta en taquilla, es de algo más de 16.000. La controversia que provocó en las redes sociales el nacimiento de la campaña apenas se ha notado después en las cifras de abonados que maneja la entidad, que se mueven en unos márgenes muy similares a los que se establecieron hace un año después del ascenso a Primera División. La permanencia ha acentuado la fiebre por acompañar al equipo en el vuelo por el cielo de la Liga que está a punto de despegar.
Uno de los estímulos de este verano para el mallorquinismo es la reforma del estadio de Son Moix, centrada en esta primera fase en la Grada Este, anteriormente conocida como Tribuna Sol. Además de disponer de una cubierta en la zona superior —las cerchas que la soportarán ya llevan unos días instalándose— la grada estará situada a más cerca del terreno de juego una vez que han sido eliminadas las pistas de atletismo. En esas circunstancias el aforo del recinto estará alrededor de los 19.000 espectadores.
El estreno de ese Son Moix parcialmente remozado coincidirá con el primer partido en casa del ejercicio 2022-23. Será el sábado 20 de agosto, a las 19.30 horas y contra el Real Betis, el mismo equipo que inauguró en Palma el curso anterior. El conjunto verdiblanco marcará el punto de partida de una campaña que, pese a todo, ha vuelto a enganchar a la afición.